El irremediable acto de cambiar el destino de los residuos orgánicos domiciliarios y transformarlos

El irremediable acto de cambiar el destino de los residuos orgánicos domiciliarios y transformarlos

Los desechos orgánicos son el mayor problema de contaminación del mundo: en los rellenos sanitarios generan gases de efecto invernadero e impiden aprovechar los plásticos, metales y vidrios. Cuando se composta, se reciclan esos orgánicos. Una acción que produce un verdadero cambio y se puede hacer en el hogar o comunitariamente.

Esta en nuestras casas tenemos dos opciones. La primera es sacar lo que consideramos basura a la vereda en la misma bolsa que los demás residuos, ocupando lugar en el relleno sanitario, demandando más espacio para seguir enterrando basura e incrementando además la producción de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y su concentración en la atmósfera, con todas las consecuencias subsiguientes. La otra opción es compostar.

La naturaleza organiza su propio ciclo de vida. Por ejemplo, cuando en el bosque, en otoño, las hojas de los árboles caen al suelo, junto con trozos de ramas, excrementos de animales o hierbas, pasan a una fase de descomposición en la cual intervienen muchos elementos como son, el frío, el calor, el agua, el sol, las especies vivas.

Eso se transforma en humus, dando lugar a una tierra de color oscuro con un característico olor a tierra de bosque, y contribuye así a la continuidad del ciclo de vida de las especies vegetales que, a su vez, alimentarán a los animales. Es por esto que los desperdicios orgánicos no se tienen que considerarse como un residuo inútil, sino como un recurso muy valioso que transformado en compost, contribuye a la continuidad del ciclo de la materia.

El compost tiene, además, un valor añadido frente a los fertilizantes, y es que si bien ambos aportan los nutrientes necesarios a la tierra, sólo el compost mejora la estructura de la misma. De aquí la importancia de que cada uno pueda llevar adelante esta acción en su casa individualmente o en comunidad, como lo hacen por ejemplo en el barrio Graduados Universitarios de esta ciudad.

La experiencia en barrio Graduados

A través del proyecto interdisciplinario “Compostar Fertilizar Alimentar” que pusieron en marcha Luciano Villalba, del Centro de Investigaciones y Estudios Ambientales (Cinea); y Victoria de Estrada, del Ministerio de Agroindustria de la Nación, en el barrio Graduados develaron algunos índices que confirman que hay residuos que pueden tener otro destino, y la eficacia de hacerlo.

En vez de ser embolsados y depositados en el relleno sanitario de la ciudad, generando más dióxido de carbono al ambiente, los restos domiciliarios orgánicos de estos vecinos empezaron a ser predestinados al compostaje.

Los resultados mostraron que cada hogar del barrio tiene un promedio de 3,08 habitantes, y cada día una de ellas generó un promedio de 0,234 gramos de residuos compostables. Suponiendo una cantidad de 100 casas, significa que 308 vecinos producen diariamente 72 kilos de deshechos, que en un año nada más equivalen a más de 25 toneladas.

Si esa cantidad de “basura” se llevara al relleno no solamente supondría un alto impacto negativo en el ambiente, sino altos costos en el transporte que lo acarrea. Mientras que, si se destinan al compost se ahorra ese dinero, se cuida el medioambiente y se traducen finalmente en unas siete toneladas de abono que pueden fertilizar aproximadamente dos mil metros cuadrados de huerta.

¿Cómo compostar en casa?

- Elegir un lugar adecuado para preparar una pila o colocar un cajón o un tambor. Puede ser bajo un árbol que brinde sombra en verano y sol en invierno, lo que mantendrá una temperatura sin cambios bruscos.Preparar una capa gruesa (15 cm aproximadamente) de ramas o abono tosco en la base para favorecer el drenaje.

- Disponer una capa delgada (5 cm aproximadamente) de materiales orgánicos verdes producidos en la cocina y residuos como hojas y desechos de verduras.

- Aquí se sugiere incorporar un manto de tierra, si es negra mejor, porque ayuda a madurar el proceso.

- Cubrir con una capa de orgánicos con menor nivel de nitrógeno (como hojas secas, paja, papel) asegurándose de no dejar expuestos desperdicios de alimentos. La proporción recomendada es de 3/1.

- Humedecer bien y repetir el proceso hasta la altura adecuada (1 m aproximadamente)

Reglas de oro del compostaje domiciliario – 

- Recipiente con un buen drenaje sobre una bandeja que recupere líquido

- Echar residuos vegetales, crudos, troceados, no grasos y no condimentados

- Sumar residuos secos y remover si no hay lombrices

- Chequear que esté húmedo pero no mojado

- Mantenerlo a la sombra y en un lugar fresco

- Observar y disfrutar de la alquimia de la naturaleza

- Cosechar abundancia y sembrar

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