Por Gerardo Gómez Muñoz

No hacer una celebración estridentemente peronista del 75 aniversario de aquel día en que, como diría el primer gran gorila, Ernesto Sanmartino, se vino “el aluvión zoológico” sdobre la Plaza de Mayo.

Vaya a saber cuántos miles o millones lo vieron sentados en sus poltronas “por tv”. Pero todo el mundo vio que Hugo Moyano, Hugo Yasky, la gran mayoría de la CGT y de la CTA, desfilaban en camiones micros, taxis y coches de toda laya, pero no importados ni costosas camionetas 4X4 venidos de los barrios y del conurbano, cumpliendo los protocolos para demostrar que”la calle sigue siendo nuestra”. Sin agravios, sin incidentes,con la bandera nacional y “también con las nuestras”-

En Mar del Plata el Frente de Agrupaciones Peronistas, algunos gremios y la militancia en general en autómoviles, varios centenares, más motos y bicicletas, celebraron en orden y cantidad que sorprendió a todos.

Las organizaciones que respaldaron la convocatoria oficialista, se hicieron ver a través de la ostentosa ausencia en

“La Caravana de la Lealtad”, donde no asomaron ni por solidaridad con los compañeros.

Heridos pero discretos fueron los encuentros en “La Casa de Enfrente” -reducto del FdT- para elaborar una salida que mediante la memoria los pusiese a medio cubrir-por lo menos-de la poca enaltecedora ausencia.

 

La revancha en la Rambla

 

Menos mal que en sólo 10 días,se conmemoraría el décimo aniversario de la sentida pérdida de Néstor KIchner y que en la esquina de la Casa de Enfrente sobran talentos, artistas y militantes.

En dos o tres, entre gallos y medianoches, los artistas con rapidez y maestría , estamparon,en la plazoleta la Rambla la imagen de Néstor Kirchner.

Hasta el habitualmente sereno intendente Guillermo Montenegro bramó reclamando la reparación inmediata de la afrenta a un lugar que “es de todos los marplatenses y de los turistas”. Los inculpados no respondieron una palabra.

Pero habida cuenta de la habilidad del “Guille”, es deducible que habría recurrido al “alma mater” del kichnerismo local, Fernanda Raverta,para que la cuestión se se superara después de dos o tres días, cuando se advirtió que el lugar afrentado es de jurisdicción nacional.

De todos modos la barbarie con la que no se habrá logrado un voto, no se ha reparado del todo, sirvió para poner de relieve la calidad profesional de Costanza Addiechi, la funcionaria encargada de cuidar y reparar los monumentos ,sitios y espacios históricos y artísticos de la ciudad. Pero la Rambla hasta ahora no recuperó el estado casi de perfección que mediante su trabajo había logrado no hace mucho tiempo,tras un vandalismo de hinchas futbolísticos, que fueron sancionados en su momento

 

Por ahora sin cambios

 

Algunas versiones indicaban algunos cambios posibles en el gobierno de Guillermo Montenegro, pero algunas pistas desvían ese eventual rumbo. Pero cierto resquicio esta abriéndose porque la primeras respuestas a la curiosidad terminan con una conclusión: “Montenegro nunca habla de cambios, habla de hacer y hacer.Así cada cual sale con su sayo y trabaja”.

Otro dato significativo es que rechaza toda inclusión político-partidario y sobresale siempre el cumplimiento de la actividad y sus beneficios para la gente”-

Tampoco hay respuestas cuando se menciona la proliferación delictual en todos los barrios y sectores marplatenses. Destaca que los niveles están en el mismo nivel de los más diversos centros de la provincia. También rescata la acción de Darío Oroquieta, secretario de Seguridad de su gobierno, admitiendo que tal vez su carácter reacio a la figuración mediática disminuya un tanto su tarea, pero ratifica la aprobación de su trabajo.

Las búsquedas de indicios de disconformidad con alguno de sus colaboradores se encontró con la más rotunda negativa cuando se mencionó al Secretario Coordinador del Gabinete Alejandro de Rabinovich. Porque se mencionaron o sólo sus méritos sino el trabajo conjunto que viene realizando con el joven Julián Bussetti.

Cerca del Ejecutivo se oyó decir que entre los dos están trabajando es una especie de voluntariado que ayuda en situaciones particulares y en requerimientos de la democracia participativa, tal reclama el gobierno municipal.