Hugo Curto acaba de subir una foto a Instagram, Mariano West empezó a seguir a Raúl Othacehé, Humberto Zúccaro es nuevo en Twitter; éstas bien podrían haber sido secuencias de la vida de los exintendentes, pero no. Nadie se imagina a los de-nominados barones del Conurbano exponiendo en las redes sociales sus vivencias diarias, los detalles familiares y cualquier actividad fuera de lo político.

Muy lejos de eso se ubicaban los alcaldes derrotados en los comicios de 2015. A lo sumo, quienes usaban alguna red de comunicación masiva lo hacían desde un lugar institucional y con la propagación de las actividades como único objetivo. Todas figuras serias, reacias. Quizás Mario Ishii, con su poncho rojo al hombro, se ubicaba como el más carismático de los barones.

Sin embargo, la figura de los históricos dirigentes parece haber quedado sepultada por un nuevo grupo de alcaldes que, justamente, derrotaron a quienes de la poca exposición hacían un estilo de vida. Ya no quedaron las caras de pocos amigos. Las sonrisas, abrazos o fotos “espontáneas” junto a personalidades reconocidas del mundo del espectáculo, artístico y hasta deportivo caracterizan a los nuevos intendentes, los “modernos”.

Gustavo Menéndez, jefe comunal de Merlo, quien derrotó en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias 2015 a Raúl “El Vasco” Othacehé, es quizás el que lleva la batuta entre los intendentes modernizados. “El Tano”, como lo apodan desde chico, rompió cualquier esquema conocido al ser el único protagonista de un book de fotografías para celebrar su cumpleaños número 50. Haciendo dedo vestido con un esmoquin al costado de la ruta, con una flor frente a la cámara con un traje blanco y en equilibrio sobre las vías de algún tren del Conurbano son algunas de las imágenes que publicó en su cuenta de Facebook.

Otro nuevo alcalde peronista que recientemente llamó la atención del mundo político fue Walter Festa. El mandamás de Moreno, que derrotó al histórico Mariano West en 2015, fue el protagonista de un video junto a su novia, Romina, en la previa de su casamiento. La filmación recopila fotografías de la feliz pareja durante poco más de dos minutos, con una clara edición casera, para luego dar las coordenadas del evento y servir como invitación. Imágenes en la playa, en la Patagonia argentina y con la lengua afuera acompañan el tono meloso de la canción Sin principio ni final, de Abel Pintos. Además deja su cuenta en el Banco Provincia para que quienes quieran aporten para la luna de miel de los tortolitos. El video, que llegó a YouTube, superó las 2.500 visitas en apenas tres días desde su publicación.

La nueva impronta de los flamantes intendentes jóvenes de la provincia de Buenos Aires parece haber llegado para quedarse, y es un hecho que las redes y la política van de la mano.