Los intendentes del conurbano que se sientan en la mesa de Kicillof

Los intendentes del conurbano que se sientan en la mesa de Kicillof

Son ocho, todos varones y transitan, al menos, su segundo mandato. Análisis de la crisis, la seguridad en agenda y el plan de obras para la reactivación. 

Martín InsaurraldeJorge FerraresiMariano CascallaresGustavo Menéndez y Juan Zabaleta fueron hasta La Plata este jueves y mantuvieron una hermética reunión con Axel Kicillof. Todos ellos, intendentes, hombres y peronistas, integran la mesa de diálogo que articula demandas territoriales con el gobierno provincial, de la que también forman parte el intendente de Esteban Echevarría, Fernando Gray, de La Matanza, Fernando Espinoza y de Ensenada, Mario Secco. Junto al gobernador bonaerense, analizaron la situación epidemiológica del coronavirus y cómo empezar a trabajar en el conurbano el plan pospandemia, con obras hidráulicas y viales.  

La mesa de diálogo se forjó antes de las elecciones, cuando Kicillof era candidato y los intendentes se entusiasmaban con una posible derrota de Cambiemos. Más allá de la campaña del Clio, el gobernador necesitaba del peso territorial de los intendentes para anclar en el complejo entramado del conurbano. Si bien hubo momentos de mayor distanciamiento o acercamiento, el Ejecutivo siempre mantuvo el vínculo con estos referentes que gobernaron durante el macrismo y antes también. 

La mesa tiene representación de jefes comunales de la Primera y Tercera sección electoral. Es integrada por intendentes, todos varones, que llevan más de un mandato al frente de su distrito y que también sostienen temas de gestión más ordenadas que sus pares que llevan menos de un año al frente de los gobiernos locales. 

Insaurralde era uno de los que con mayor frecuencia pasaba por las oficinas que el candidato Kicillof tenía en el microcentro porteño. Con la victoria, el diálogo se aceitó y se tradujo en una serie de acuerdos que implicó, también, que la presidencia de la Cámara de Diputados bonaerense quedara en manos del diputado lomense Federico Otermín. El intendente de Lomas, junto con Ferraresi, es uno de los que más relación mantiene, además, con el diputado nacional y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner. Un aliado clave de Insaurralde es Cascallares, otro integrante de la mesa de trabajo con Kicillof.

El vicepresidente del Instituto Patria, Ferraresi, también tiene voz en la mesa de apoyo de Kicillof. Al inicio de la gestión provincial aportó un nombre clave para una tarea que el gobernador centró al inicio de su mandato: la mejora edilicia en las escuelas. En las primeras semanas de gobierno, el gobernador impulsó el plan “Escuelas a la obra” donde la Dirección de Cultura y Educación tenía la tarea de acondicionar los edificios educativos. La ejecución estuvo a cargo de Ariel Lambezat, que hasta diciembre de 2019 era el secretario de Obras Públicas de Avellaneda y, actualmente, es el subsecretario de Infraestructura Escolar de la provincia. 

Espinoza gobierna el distrito más grande la provincia, casi una provincia propia. Otro leal de Cristina con lugar en las conversaciones de Kicillof es Secco, de Ensenada. 

Por la Primera sección electoral aparecen Zabaleta y Menéndez. El primero es uno de los intendentes que más habla con el presidente Alberto Fernández.  El segundo es el presidente de PJ bonaerense.

Zabaleta, como el resto de los intendentes, ve con algo de extrañeza y por momentos estupor el desentendimiento entre el titular de Seguridad bonaerense, Sergio Berni y su par nacional, Sabina Frederic. El de Hurlingham llegó a decir que Berni no debería “opinar tanto”. Berni retrucó que Zabaleta se olvidaba de cuando le pedía ayuda para militar su campaña a intendente en 2015. Ese cruce involucró a los intendentes en un corporativo respaldo a su compañero. Semanas más tarde, los cruces fueron neutralizados con una recorrida de Berni por el municipio del oeste del conurbano. 

Uno de los temas de los que se habló este jueves fue la situación de la seguridad. Merlo suele ser noticia por distintos episodios violentos y movilizaciones pidiendo presencia policial. En el Ejecutivo preocupa, además, el nivel de contagios del personal de seguridad y reconocen que hay que empezar a solucionar el problema. Justifican que, en parte, se da por la gestión anterior y que se trata del “desastre heredado”. 

Iniciando el quinto mes de la cuarentena, Kicillof e intendentes evaluaron el número de contagios de los últimos días en el conurbano. Si bien los casos mantienen en tensión el sistema sanitario, hubo un “amesetamiento” de la curva de crecimiento. Salvo en algunos distritos como Pilar, Quilmes, Presidente Perón o Malvinas Argentinas, en los últimos días ha bajado levemente el nivel de contagios. No es para relajar, pero dicen en gobernación que “dan aire”. Aún no se conocía el récord de casos de este jueves, 8.225 a nivel nacional y 5.245 solo en la provincia de Buenos Aires.

Otro de los temas que se trataron este jueves tuvo que ver con la pospandemia. La idea es apurar las obras en el conurbano que, tras la aprobación del endeudamiento que Kicillof le pidió a la Legislatura se podrá avanzar. Por caso, como contó Letra P, hay un proyecto a financiar a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de 200 millones de dólares para intervenir en rutas que atraviesan distintos distritos del conurbano. Se planean semaforización, sendas peatonales, rotondas y otros trabajos. Eso, sumado a las obras que con fondos nacionales se reactivarán en las rutas 11 y 56.

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