Ingeniero plantea otro método para quienes tratan la basura

Ingeniero plantea otro método para quienes tratan la basura

El profesional se centra en el Cuadro de Mando Integral que hoy implementan grandes multinacionales, pero no se incorpora en el país para las plantas que se ocupan de los residuos. “Esto permite tener toda la información y plantear metas”, contó ante El Diario

El Cuadro de Mando Integral (CMI), creado por los estadounidenses Robert Kaplan y David Norton en 1992, es una de las herramientas de gestión más utilizadas en las grandes multinacionales dentro de una gran variedad de sectores como la industria bancaria, aseguradora, energética, entre otros, que aporta profundidad y síntesis a las necesidades de información en una economía cada vez más interconectada globalmente.

El ingeniero industrial Diego Serbent, quien es oriundo de Vicuña Mackenna y trabaja en Villa María, aspira a que se incorpore esa metodología en las empresas que se ocupan de las plantas de tratamiento de residuos de todo el país. Y está convencido de que es lo que realmente se necesita para contrarrestar esta problemática tan vieja como es la basura.

Serbent dicta una diplomatura virtual al respecto en la Universidad Católica de Cuyo (San Juan), con participación de gente de diferentes provincias (entre docentes, estudiantes y funcionarios públicos), y viene de implementar el método en cooperativas eléctricas. Ahora espera que autoridades y empresarios tomen cartas en el asunto.

“Este Cuadro de Mando Integral es adaptable en funcionamiento” sobre la carga de residuos, entre otras cosas, sostiene el ingeniero, en diálogo con El Diario.

“Si observás una empresa en distintas perspectivas, económico-financiera, en proceso de cliente y aprendizaje de desarrollo, el método te permite la carga de indicadores y los visualiza en tablero de comandos. Entonces uno puede hacer el seguimiento de todo”, contó.

“Esos indicadores te permiten también cumplir metas”, afirmó. Llevado concretamente al tratamiento de residuos, Serbent contó que la propuesta tiene que ver con manejar las distintas áreas.

“En un cuadro simple de Excel se pueden cargar los datos del procesamiento y el método te permite visualizarlo a nivel gerencial. Hoy, en cambio, en una planta de residuos se puede saber la cantidad que ingresa, algo de accidentes, pero nada más”, explicó.

“Sin embargo, con el CMI se puede tener indicadores de monitoreo, tanto de higiene y seguridad como de ruidos molestos a vecindarios, por ejemplo. Y si hay que hacer la evaluación de impacto ambiental, los valores se cargan en el cuadro y eso luego te permite trazar metas”, agregó.

“Esto se está aplicando en empresas grandes, en hospitales, en sanatorios en Buenos Aires, en algunos de Córdoba, pero cuando elegí la tesis para cooperativa eléctrica vi que ninguna la estaba implementando allí, y comenzó con eso. Ahora vemos que es indispensable en las plantas de residuos”, amplió Serbent.

 

Hacernos cargo

En la diplomatura que dicta para todo el país, el ingeniero plantea que “como individuos tenemos la responsabilidad socioambiental de hacernos cargo de nuestros propios residuos, ‘de la cuna a la tumba’. Por eso, la generación de residuos sólidos y su manejo correcto deben ser compatibles con el derecho de los seres humanos a acceder a condiciones ambientales y de salud pública apropiadas, lo que representa un verdadero desafío para cualquier sociedad”.

En ese contexto, dijo que el país está atrasado, pero no escapa a la realidad de Latinoamérica y grandes regiones de Europa.

“En Argentina, una de las plantas más avanzadas es la de San Juan, además esta provincia logró erradicar los basurales a cielo abierto y, aunque tiene otros problemas de gestión, está puesta como ejemplo. En cambio, hay otras plantas que no tienen balanza, que es lo mínimo”, contó Serbent.

 

La recolección

En cuanto a la recolección, el ingeniero indicó que el método de mando integral “te permite tener indicadores de la logística de los camiones recolectores. Y en eso hay que hacerse preguntas, como por ejemplo: ¿Está planificada la ruta de colección? ¿Se tienen en cuenta los kilómetros por día que hacen los camiones? En base a esto y otros interrogantes, se pueden cargar indicadores y se pueden hacer campañas de recolección, ya con la información cierta”.

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