Por la inflación, en octubre la pobreza continuó sin ceder

La UTDT publicó el índice de mayo-octubre: 40,6% de las personas continúa debajo de la línea. Es decir, alrededor de 18.500.000 personas a nivel nacional. El dato es idéntico al del primer semestre publicado por el Indec. Había comenzado a bajar en julio y agosto pero volvió a crecer con el pico inflacionario del último bimestre. Desde Ecolatina destacan que, por la cantidad de gente que está apenas por encima de la línea, puede seguir subiendo en el futuro.

Por: Mariano Cuparo Ortiz.

La aceleración inflacionaria ocurrida a partir de septiembre tuvo consecuencias clarísimas en términos de los índices de pobreza. En octubre acumularon el segundo alza consecutivo desde el momento en que la inercia, la recomposición de ganancias de las empresas y las expectativas de devaluación golpearon sobre la dinámica de los precios. Así, el 40,6% de las personas pertenece a hogares que no llegan a cubrir las necesidades básicas para estar por fuera del índice. El nivel es similar al del primer semestre. Es decir que, pese a la mejora salarial paritaria, la pobreza se niega a ceder. Y aun más: para algunas estimaciones privadas puede no haber alcanzado su techo.

El número concreto de octubre lo publicó la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). Más precisamente, corresponde al Nowcast de Pobreza, la medición con la que intenta ir prediciendo los índices que, con el semestre terminado, promediará y publicará el Indec.

En el primer semestre la pobreza estuvo en 40,6% según el instituto oficial. Luego, en el semestre móvil febrero-julio cayó a 40,5%; bajó a 40,2% en marzo-agosto, gracias a la desaceleración inflacionaria temporal (agosto marcó 2,5% en el IPC). Finalmente, rebotó a 40,4% en abril-septiembre, cuando la inflación se disparó a 3,5%, y volvió a 40,6% en mayo-octubre, por un pico inflacionario idéntico a la del mes previo.

Desde la UTDT reseñaron: “Esto significa que casi el 41% de las personas viven en hogares pobres. La población urbana capturada por la EPH en el semestre analizado se estimó en alrededor de 28.400.000 personas lo que implica que alrededor de 11.500.000 personas viven en hogares pobres”. Proyectado al total del país, con una población de 45.808.747 personas, la conclusión es que 18.500.000 personas viven en la pobreza”.

El investigador del Cedlas Leopoldo Tornarolli señaló al respecto: "Coincido en que no varió respecto a último dato conocido, ni creo que varíe mucho hasta fin de año. El problema es a mediano plazo: ¿llegaremos a crecer suficiente como para que normalizar la economía no genere otro salto?"

Así, además de generar problemas macroeconómicos como la persistente salida al dólar de los ahorristas, para intentar conservar el valor de sus ingresos, la inflación viene trayendo consecuencias sociales notables. Pese al impulso de las reaperturas de paritarias con piso de 45%, que dejaron una mejora en el salario real en el tercer trimestre, el impacto de los precios sobre los deciles más bajos no permitió moderar la estadística de pobreza.

 

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Para la consultora Ecolatina el casi 41% podría no ser un techo. Y es que, de los hogares que están por encima de la línea de pobreza, hay muchos que están muy cerca y una devaluación o salto inflacionario podría golpearlos y dejarlos por debajo, agravando los números.

A través de un informe la consultora señaló al respecto: “Sabemos que durante el primer semestre del año el 41% de las personas eran pobres, pero en términos de su capacidad de consumo es relevante saber si su ingreso está cerca de la línea de pobreza o lejos. Para analizar cuál es la distancia entre ambas variables calculamos la distribución de personas de acuerdo al diferencial entre ingresos y línea de pobreza del hogar en el que habitan. De esta manera, sabemos que el 2,4% de las personas viven en hogares que apenas tienen un ingreso 5% superior a su línea de pobreza”.

Y agregaron: “Observamos que un aumento de los precios de 10% aumentaría la pobreza en 6%. Por el contrario, un incremento de los ingresos 10 puntos superior al de los precios reduciría la pobreza en 6%. Los riesgos no son simétricos y, dada la cantidad de precios que mantienen hoy un valor artificial producto de imposiciones del gobierno (productos de consumo masivo, bienes transables que siguen la evolución de un tipo de cambio apreciado, servicios privados cuyo precio está controlado por el gobierno, servicios públicos congelados, etc.), es probable que el diferencial entre ingresos y precios sea negativo una vez que estos controles se levanten”.

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