El Instituto de Altos Estudios Espaciales Mario Gulich estimó en un estudio que un equivalente a ocho ciudades de Córdoba se quemaron en las sierras de la provincia en 31 años.

Se trata de un mapeo satelital con el que analizaron el período que va de 1987 a 2018. Los especialistas emplearon el algoritmo BAMT (Burned Area Mapping Tool) implementado en la plataforma Google Earth Engine. Los resultados, a su vez, fueron validados con una base de datos de incendios elaborada mediante "interpretación visual de imágenes Landsat".

El ingeniero agrónomo Juan Pablo Clemente, parte del proyecto, contó a Cadena 3 que vieron "imagen por imagen" cómo se desarrollaron los focos ígneos en las tres décadas.

 

El especialista explicó que detectaron que que el fuego afectó en el período al 58% de las sierras de Córdoba. Se trata de unos 9.211 focos que arrasaron aproximadamente 1.600.000 hectáreas, "lo que serían 8 ciudades de Córdoba".

"El año más complicado fue el 1988 con 960 focos, que equivaldrían al 10% de toda la superficie quemada en los 31 años. En los años más favorables sólo se quemaron 2 mil hectáreas, que fue el 2014", especificó.

Los focos de mayor tamaño, que son los de más de mil hectáreas, fueron responsables del 71% del área quemada. En tanto, los menores a 100 hectáreas produjeron el 11%.

 

"Consideramos como foco importantes los que superan 5 hectáreas de superficie. Toda esta información en los próximos meses estará disponible para cualquier persona en la web del instituto y de la Conae", destacó.

Clemente explicó que el 21% de los sectores se quemó al menos una vez, el 9% dos veces, un 3% más de tres veces y unas 45 mil hectáreas estuvieron bajo las llamas más de 4 veces.

Y precisó: "Al norte de Córdoba en zonas aledañas a San Pedro Norte detectamos una alta frecuencia, con más de 4 incendios en un mismo lugar. Entre Copacabana y Capilla del Monte hubo un incendio muy grande el año pasado y siempre es importante. Entre La Cumbre y Ascochinga encontramos alta frecuencia, más de 5 veces en estos 31 años".

"La ventana de incendios fue considerada entre julio y diciembre. La mayor cantidad se da entre agosto y septiembre y luego empiezan a disminuir", precisó. A su vez, remarcó el hecho de que los años más secos fueron los más complicados y los más húmedos tuvieron menor cantidad de focos ígneos.