Ante una multitud de fieles que colmaron la Catedral Metropolitana, monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción, hizo un vehemente llamado a la paz, tras los últimos acontecimientos políticos que derivaron en el ataque al Congreso y la muerte de un joven dirigente liberal.
En su homilía, el prelado instó a intensificar la oración por el país y a evitar la violencia.
La ceremonia de bendición de palmas, que marca el inicio de la celebración de la Semana Santa con la recordación de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, convocó a cientos de personas ante el altar mayor del templo principal de la capital.
El obispo oró por la sabiduría de las autoridades para "buscar una solución a los problemas sin violencia". Abogó por el entendimiento entre las personas, para que sea posible escucharse unos a otros con respeto, evitando ofensas y humillaciones.
"Es una Semana Santa que nos debe ayudar a rezar mucho más, a implorar sobre todo en este momento por todo nuestro pueblo, por todas las situaciones que estamos viviendo. Debemos pedir al Señor, sabiduría para buscar soluciones a los problemas políticos, así como el Papa nos ha pedido. Nos ha dicho busquen sin cansancio soluciones a los problemas políticos, sin violencia", expresó en su sermón.
Seguidamente, Valenzuela instó a las familias a intensificar su oración por la paz en el Paraguay. "Sé que muchos el viernes pasado han escuchado la invitación de la Conferencia a hacer un día de ayuno, de oración y así predisponemos al único camino, entendernos que significa escucharnos, ser respetuosos, evitar ofensas, insultos, evitar todo lo que sea humillación a otros, de una u otra parte", añadió.
Recordó que el mismo Papa Francisco en un mensaje dirigido a la feligresía católica a inicio del año ha aludido a la Jornada Mundial de la Paz, instando a los cristianos a la "práctica de la no violencia activa".
Haciendo referencia a la primera lectura del Evangelio según San Mateo, monseñor Valenzuela pidió imitar la vida de Jesús al mencionar que él no devolvió mal por el mal sino que ofreció su sufrimiento y su vida por la multitud.
Comentá la nota