Iglesia china desmiente acuerdo con Vaticano en designación de obispos

Iglesia china desmiente acuerdo con Vaticano en designación de obispos

Un colaborador del cardenal salió a aclararlo. Dijo que el artículo donde hablaba de un "consenso inicial" en el nombramiento de obispos era para expresar la esperanza hacia dónde se debería ir, y no un diagnóstico de la realidad actual.

¿Han llegado China y la Santa Sede a un acuerdo sobre el nombramiento de obispos? Esta es la tesis del cardenal John Tong, quien sostiene que es más posible que nunca que Roma se contente con que el Papa dé su visto bueno al candidato de Pekín, a cambio de que Pekín reconozca los obispos de la Iglesia clandestina. Tal posibilidad, no obstante, ha sido desmentida tanto por un misionero en China como por la propia Iglesia patriótica, quienes dicen que las palabras del arzobispo de Hong Kong reflejan más sus deseos que la realidad.

El artículo que el cardenal John Tong difundió la semana pasada no se refiere a los resultados alcanzados en el diálogo entre China y la Santa Sede, pero son "un género literario" para expresar la esperanza hacia dónde estos diálogos deberían ir, sin considerar la realidad actual. Es la opinión del padre Sergio Ticozzi, misionero del PIME (Pontificio Instituto Misiones Extranjeras), colaborador del cardenal en la Holy Spirit Study Centre de Hong Kong.

"Resulta una exhortación parenética o un empuje hacia el ideal futuro, sin una evaluación objetiva de su factibilidad concreta ni de la nueva situación futura si eventualmente se concretizan los pasos", afirmó Ticozzi a AsiaNews. "Y todo está impregnado de optimismo', porque la finalidad es sólo la de infundir confianza en el futuro, de refutar todo pesimismo sobre los resultados del diálogo (visto positivamente como instrumento o canal de comunicación) y, a mayor razón, sobre su necesidad".

Como confirmación de un "nada de hecho" sobre los nombramientos de los obispos, ayer el South China Morning Post publicó un artículo en el cual entrevista a Antonio Liu Bainian, presidente "ad honorem" de la Asociación patriótica (AP), cuya influencia sobre la Iglesia en China es tal que se mereció en estos decenios el sobrenombre de "Papa laico de la Iglesia china".

En las pocas frases utilizadas por el periódico de Hong Kong, Liu afirma ante todo que las cosas reportadas en el artículo son solamente "una opinión (de John Tong)".

Es más, Bainian dice que el método de los nombramientos de los obispos depende "del futuro de los diálogos entre China y Vaticano" y no de un resultado alcanzado. Él rechaza también la posibilidad de que los obispos subterráneos sean reconocidos por el gobierno chino, como en cambio espera el cardenal Tong. Tal rechazo está motivado por la "posición política" de ellos, que los hace, según Liu, "no adecuados para trabajar con el Partido comunista".

El artículo cita también a un sacerdote inscripto a la AP que se muestra maravillado por la propuesta del cardenal Tong de transformar la AP en una organización voluntaria interesada en un compromiso para el bien de la sociedad china. "Tener a la asociación que sirva como una ONG para los servicios sociales es el deseo sólo de una parte". Jamás se escuchó "en China una propuesta así y nadie habla de esto".

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