Los líderes de la Iglesia católica en Rusia están advirtiendo contra cambios que se quieren introducir en la legislación, que establecen varias restricciones al clero.

Por ejemplo, se quiere que un sacerdote que hayan estudiado en el extranjero, vuelva a estudiar en una universidad rusa.

“Como otras confesiones, nos parece absurdo hablar de recertificar sacerdotes que ya están en servicio y de tener que enviar a nuestro arzobispo de regreso al seminario para un curso de historia y espiritualidad de Rusia”, dijo el padre Kirill Gorbunov, vicario general de la Arquidiócesis de Moscú.

“Por supuesto, los sacerdotes católicos que vienen aquí desde Polonia, Italia o España necesitan algún tipo de inculturación, y no siempre tenemos la oportunidad de brindarla. Pero esto no debería estar regulado por el Estado”, dijo el Vicario en declaraciones a Catholic News Service.

Se quiere modificar una ley de 1997

Los cambios se introducirían en el proyecto de enmienda a la ley de Libertad de Conciencia y Asociaciones Religiosas de 1997. Efectivamente, este proyecto prohibiría a los “clérigos que reciben educación religiosa en el extranjero” ejercer el ministerio en el país eslavo, a menos que obtengan una “recertificación dentro de una organización religiosa rusa” y “reciban educación profesional adicional”.

“Los motivos de este proyecto de ley son obvios. El gobierno y el estado sienten la necesidad de controlar el panorama religioso ”, dijo el P. Gorbunov.

Se alega que el motivo del proyecto es impedir la “difusión de la ideología religiosa extremista”. Entretanto, diferentes portavoces religiosos alegan que el proyecto no ha sido consultado, y no goza de terminología clara.

El P. Gorbunov advirtió que muchas de las 270 parroquias y misiones católicas en Rusia podrían cerra si los sacerdotes y religiosas, que ya enfrentan problemas para obtener permisos de trabajo, ahora tienen que volver a capacitarse en Rusia.

“Ciertamente, algunas iglesias pequeñas y asociaciones religiosas tienen espiritualidades distintivas y, a veces, ideas extrañas”, dijo el Vicario. “Pero esto no es cierto para la Iglesia Católica, cuyo sistema educativo está estandarizado y regulado, e incluye los mismos programas de seminario en todo el mundo. Nadie tiene nada que temer de la formación de nuestro clero”.

Los ortodoxos rusos han apoyado el proyecto, aunque han propuesto algunas enmiendas.