Ciertamente que la Iglesia busca nuevas maneras de servir a su pueblo, no sólo por medio de sacerdotes, sino también pensando y creando nuevos ministerios laicales. Es un camino que se inició más fuertemente con el Concilio Vaticano II y hoy el papa

Francisco, con el proceso sinodal, abrió nuevos cauces y búsquedas: escuchando el sentir de la gente y auscultando los signos de los tiempos.

Un ejemplo último es la institución del ministerio del Catequista. En este proceso se irán viendo nuevas necesidades del pueblo de Dios. El Espíritu sigue soplando…hace nuevas todas las cosas y va sugiriendo nuevas respuestas a tan variados desafíos. Todo lo anterior no reemplaza ni posterga la dedicación que debemos poner en atender la promoción y acompañamiento de la vocación del sacerdocio ministerial, que Cristo hizo partícipe a sus apóstoles y hoy continúa llamando y consagrando a algunos miembros de nuestro pueblo fiel.

Es tarea nuestra estar atentos y trabajar por las vocaciones sacerdotales, misioneras y consagradas. Sigue resonando fuerte la voz del Señor, que brotan de un corazón compasivo y misericordioso: "la mies es mucha y pocos los obreros…rueguen al dueño de la Mies que envíe obreros a su campo". Ahora es hora de agradecer por el Don que van a recibir Alejando y Luis y acompañarlos con nuestra oración.