El obispo de San Isidro y presidente del Episcopado, Oscar Ojea, advirtió sobre " los internismos y los partidismos" en medio de la emergencia social y realizó un fuerte llamado a la unidad, con miras a la etapa que sobrevendrá después de la pandemia de coronavirus.

"Vamos a vivir la pandemia del hambre y de la desocupación; la pandemia de la lucha por el poder, la pandemia de muchas dificultades para poder llegar a fin de mes. Y cuando nos sentemos en la mesa, tenemos que estar todos", pronosticó Ojea, al ejemplificar momentos difíciles en el país.

"La pandemia ha desnudado una profunda desigualdad, una gran inequidad en el mundo en que vivimos. Tenemos que buscar un estilo de vida más austero, que pueda favorecer la distribución de recursos entre nosotros", afirmó Ojea, dijo, en un video transmitido por a las redes sociales, en el que pidió que no haya más exclusiones.

El titular del Episcopado expresó su preocupación por la situación social en vísperas de la colecta anual de Cáritas, que la Iglesia hará el próximo fin de semana en el país. Por primera vez, la recaudación de fondos para sostener los programas de asistencia y de promoción social será, principalmente, a través de las plataformas digitales.

En lo que va de la cuarentena -más de 80 días- el brazo social de la Iglesia distribuyó 16.000 paquetes de higiene y alimentos a más de 1.500.000 personas, con lo que prácticamente duplicó su asistencia y abastecimiento de víveres a comedores y merenderos.

En un difícil contexto social, en el que incluso los niveles de contagio del coronavirus han crecido en los barrios más vulnerables, Ojea llamó a "buscar un estilo de vida más austero, que pueda favorecer la distribución de recursos entre nosotros" y promover cambios en los estilos de vida, que modifiquen los hábitos de consumo y frenen el maltrato que le estamos dando a la naturaleza y al hermano que tenemos cerca, sobre todo si es pobre".

En su mensaje, Ojea advirtió sobre dos "tentaciones" en las que se puede caer en este período de aislamiento. "La primera es buscar la diversidad sin la unidad. En ese terreno no nos escuchamos, nos descalificamos y muchas veces devolvemos el insulto sobre alguien que piensa distinto", dijo, al desalentar "esa polaridad que tenemos los argentinos, muchas veces, de convertirnos en verdugos, después de haber sido víctimas".

En ese sentido, mencionó que muchas veces "dejamos de escuchar, aparecen los partidismos y los internismos; a alguien hay que echarle la culpa. Esto es una gran tentación".

 

Vamos a vivir la pandemia del hambre y de la desocupación; la pandemia de la lucha por el poder, la pandemia de muchas dificultades para poder llegar a fin de mes.Oscar Ojea

 

"Otra tentación -añadió- es buscar la unidad sin la diversidad y aquí caemos en la uniformidad y perdemos libertad".

El titular del Episcopado se refirió a los desencuentros suscitados en el campo político, a medida que fue avanzando el aislamiento social y obligatorio, entre el Gobierno y la oposición. "Hemos percibido un desencanto grande en nuestra gente en estos últimos días, cuando intervienen nuestras heridas, nuestras divisiones y nuestras grietas. Tenemos un gran desafío por delante: un enemigo común, que pone en peligro a todos y que debe ayudar a unirnos de verdad", observó.

Y citó al papa Francisco, al recordar que "siempre nos dice que ahora, después del impacto de la pandemia, se nos plantea una oportunidad inédita: tenemos que escribir una nueva historia que ha dejado atrás, y está dejando, mucho sufrimiento y mucho dolor"

Agregó que el Santo Padre la llama "una oportunidad de regenerar, ni siquiera de reconstruir, sino regenerar, crear de nuevo situaciones inéditas".