Hablen con Fernán: cambio de caras en la Ciudad antes de despegarse de Kicillof

Hablen con Fernán: cambio de caras en la Ciudad antes de despegarse de Kicillof

Larreta se correrá de la primera plana hasta el fin de la cuarentena dura, cuando planea partir la estrategia en el AMBA. El ministro Quirós sale a la cancha. 

Por GONZALO PALESE.

Tres conferencias de prensa por semana, múltiples apariciones en los medios de comunicación y  presencia en redes sociales para comunicar recorridas por hospitales y centros de salud. Esa será la rutina del ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, hasta el 17 de julio, fecha límite de la cuarentena reforzada que rige en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Subrogará así y por unos días a Horacio Rodríguez Larreta como la cara y la voz de la gestión, porque el jefe de Gobierno quiere mermar los cruces con el peronismo que se desataron por el desmarque de Axel Kicillof ante la decisión de apertura del aislamiento.

Aunque seguirá con las habituales recorridas de la gestión sanitaria, Larreta tomó el consejo de sus asesores y se correrá de la primera plana. Previo a la entrada en vigencia de la etapa actual de aislamiento, el jefe de Gobierno fatigó los principales noticieros de televisión y programas de radio. Tras ese raid mediático, empezó su propia cuarentena. En la hoja de ruta del larretismo, el objetivo es mantener esa conducta hasta el 17 de julio. “Que hable la gestión sanitaria”, es el leitmotiv de la Jefatura de Parque Patricios o, es lo mismo decir, “que hable Quirós”.

Rodríguez Larreta cree necesario bajar el perfil durante el período de vuelta a la fase 1. Una decisión que le trajo complicaciones en su terruño: pasó de semanas de apertura de comercios y flexibilizaciones, con un manual de gestión que mezcló indicadores sanitarios y gestos a su base electoral, a volver a pedirles paciencia a los porteños ante un nuevo cierre de persianas. En su negociación con el Presidente y el gobernador, el jefe de Gobierno clausuró las jornadas de actividad física, que tanto fastidio generaron del otro lado de la General Paz y el Riachuelo, porque la convivencia política pesó más. 

Mientras se abraza al silencio para que no escale la disputa con el gobierno bonaerense, Rodríguez Larreta avanzará con el diseño del plan de salida del aislamiento, que también implica un operativo despegue de Kicillof y Alberto Fernández. La tarea recayó en los ministros José Luis Giusti (Desarrollo Económico) y Martín Mura (Hacienda). El primero redacta la lista de actividades comerciales y productivas que podrían retomarse en diez días, mientras que el segundo acompaña la postura aperturista, porque mira con preocupación el desplome de la recaudación de la Ciudad. Según los números del gobierno, en el trimestre actual (mayo, junio y julio) el 45% de los porteños no pudo abonar el ABL y un 62% no pagó patentes.

En el despacho de Giusti se acumulan presentaciones de protocolos sanitarios de las principales cámaras comerciales de la Ciudad, a cuyos referentes el ministro atiende día por día. En el de Mura, un sinfín de planillas con la comparación de la recaudación porteña del primer semestre de 2019 con el del año corriente y un casillero a completar: los números de julio, un mes de 31 días con al menos 17 de cuarentena estricta, que se verán recién en agosto.

Sin embargo, pese al plan de reapertura del oficialismo porteño, la palabra final la tendrá Quirós. Como contó Letra P, la fórmula para materializar el despegue es detectar y aislar. La misma que se usó en la Villa 31 para bajar de 3,5% a menos de un punto porcentual el índice de contagiosidad. Ese práctica se repetirá durante toda la nueva fase uno, donde el operativo Detectar, que implica un trabajo en conjunto con la Casa Rosada, será la estrella de toda la quincena. Con un agravante: a la detección y el aislamiento se les suma la cuarentena dura que restringe la circulación. Ese es el combo que, de cumplirse hasta el 17 de julio, destella una luz de optimismo en el larretismo para pensar en un plan de salida que permita reactivar la economía porteña.

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