La llegada de un nuevo mes confirma lo excepcional de este 2020: los argentinos pasaron el 55% del año en cuarentena. Las consecuencias económicas están a la vista: exportaciones a la baja, caída de la producción y, en el medio de todo, la renegociación de la deuda.

Ante ese panorama, desde Casa Rosada suelen remarcar la inversión de 5,6 puntos del PBI para meter mano en la economía. De ese número final, el desagregado se divide entre los desembolsos directos, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y la Atención a la Producción y Trabajo (ATP), y las facilidades financieras, como los créditos bancarios. Pero, con la mitad del año ya en tiempo pasado, surge ahora otra incógnita: asistirá también el Gobierno en los aguinaldos de junio.

Este reclamo abarca casi todo el arco empresarial, desde las grandes empresas a las fábricas con menos de 10 empleados. Sin embargo, no son pocos los matices entre esos dos universos. Es que, mientras que las firmas importantes -con Techint a la cabeza- comienzan a devolver el monto del salvataje estatal, las Pymes reclaman aún mayores medidas, en especial, las ubicadas en el AMBA.

“La situación no da para más. Hay cero ingresos y demos responderle económicamente a los empleados”, expuso Pablo Mion, dueño de Chueca Peluquería, a El Canciller. El centro de estética no es la excepción: la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad relevó que solo el 23% de las PyMEs pudo abonar los sueldos enteros de abril. En mayo, aún sin cifras oficiales, los números serían similares.

Y a esos números se agregan los de la Fundación Observatorio PyME. El organismo circuló un informe del cual resalta que, a la primera semana de abril, sólo el 10% de estas compañías se encontró totalmente operativas. Del restante, el 54% del segmento estuvo en situación no operativa, aproximadamente 325 mil empresas. Otro 36% se quedó parcialmente operativa: alrededor de 35.000 empresas están considerando cerrar su negocio.

Luz roja

Con las planillas en mano -más algunas presiones empresariales que llegan desde la UIA- el gobierno salí a marcar, decididamente, la cancha. “Lo que más nos interesa de los ATP es que le lleguen a todos. En principio está destinado a pagar sueldos”, dijo el propio Alberto Fernández, días atrás, durante la extensión de la cuarentena. Y agregó: “No hemos pensando en incluir el aguinaldo“, completó.

Algo parecido rebota en los pasillos -semi vacíos- del ministerio de Producción que comanda Matías Kulfas. “El objetivo primordial es darle alivio a las PyMEs con el depósito de la mitad de sueldos, estamos haciendo un esfuerzo importante en cuánto a números”, deslizan entre los colaboradores del ministro. Ante la consulta por el Salario Anual Complementario (SAC)-el nombre técnico de aguinaldo- la salida fue un doble tick azul en Whatsapp.

Alternativas

Cabe destacar que, en nuestro país, el aguinaldo se paga en dos cuotas, la primera en junio y la segunda en diciembre. Sobre el primer abono, se toma el 50% del sueldo más alto entre enero y junio.  Así lo reglamenta la ley 27.073 que, además, indica que debe ser abonado antes del 30 de junio y antes del 18 de diciembre de cada año. A pesar de que estas fechas pueden retrasarse hasta 4 días hábiles, las empresas empresas deben abonarlo en tiempo y forma.

Según el informe de Industriales PyMEs Argentinos (IPE), el “50% de las pequeñas y medianas empresas manifestó que no podrá pagar el aguinaldo a sus empleados”.

Y en plena espera por la decisión del Ejecutivo, varios empresarios empiezan a diseñar alternativas para cumplir con la obligación laboral que garantiza el SAC. La mayoría, por caso, apuesta a adherirse al Fondo de Garantía Argentino que podría lograr créditos bancarios a tasa cero, con motivo de abonar en tiempo y forma el aguinaldo de los trabajadores.

Otros, más puntilloso sobre el derecho laboral, intentarán desempolvar una vieja normativa menemista (Ley 24.467, que ya fuera descartada) para dividir el pago en tres cuotas. Eso sí, debería contar con el guiño de algun fallo judicial actual que lo avale.