El Gobierno criticó a la Corte y cargó contra la oposición y los medios de comunicación

El Gobierno criticó a la Corte y cargó contra la oposición y los medios de comunicación

El Gobierno criticó la decisión de la Corte Suprema de aceptar el per saltum que permitió suspender el traslado de los camaristas Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Germán Castelli y cargó contra la oposición y los medios de comunicación por "influenciar" a los magistrados.

 

En un día cargado de tensión, finalmente el vocero de la Casa Rosada fue el secretario de Justicia, Juan Martín Mena, uno de los funcionarios más leales a la vicepresidenta Cristina Kirchner. La ministra de Justicia, Marcela Losardo, quien en principio iba a ser la responsable de la comunicación, le cedió el lugar a su segundo, con quien mantiene fuertes diferencias.

 

"Me llamó la atención que lo hayan aceptado [por el persaltum]. Grupos de medios y ciertos sectores de la oposición presionaron a la Corte Suprema. Evidentemente algunos miembros de la Corte son influenciables", dijo Mena en una entrevista televisiva.

Mena, exnúmero 2 de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante la administración kirchnerista, acusó a la exdiputada Elisa Carrió de promover el escrache que sufrió el último fin de semana Ricardo Lorenzetti. Además, según el funcionario el "fondo del asunto aún no está resuelto". Y agregó: "¿Por qué la Corte aceptó este mecanismo excepcional? Me hace ruido el procedimiento".

 

Evidentemente algunos miembros de la Corte son influenciablesJuan Martín Mena

 

 

La ministra de Justicia, Marcela Losardo, actúe probablemente como la vocera oficial; en el Gobierno dicen que el fallo no es definitivo Crédito: Daniel Jayo

 

El Presidente estaba en Rosario, donde participó de un acto con el gobernador Omar Perotti, cuando se enteró de la resolución del máximo tribunal, que frenó por ahora el intento del oficialismo para trasladar a tres jueces que investigaron a la expresidenta en causas por hechos de corrupción.

A su regreso, el jefe del Estado se recluyó en su despacho de la Casa Rosada con algunos miembros del gabinete para analizar el impacto de la medida. En horas de la tarde, la opción que ganaba terreno era que la ministra de Justicia oficie de vocera oficial, pero después de todo se resolvió que sea Mena el encargado de dar a conocer la posición oficial.

El protagonismo de Mena tras el fallo buscó preservar la figura del Presidente. Es que la decisión de la Corte de tratar el tema significó un duro golpe para Alberto Fernández, quien se había manifestado el último viernes contra la Corte. 

"Lo único que estamos haciendo nosotros es establecer un orden perdido en el gobierno anterior. ¿Qué pasaría si yo buscara un juez que me cae simpático y lo pongo en el juzgado vacante de [Claudio] Bonadio? Si para las cuatro vacantes en la Cámara Federal hiciera lo mismo, ¿qué diría la gente?", se preguntó el Presidente.

"Si hiciera eso sería un escándalo. Lo que quiero decir es que eso es lo que hicieron. ¿Qué es lo que está buscando el Presidente de la Corte [Carlos Rosenkrantz]? Me lo pregunto porque cualquiera que haya estudiado derecho sabe que esto es un escándalo jurídico", añadió.

Dos días después, fue Losardo la que dejó en claro el significado que tenía esta resolución para el Gobierno. "Si la Corte habilitara el per saltum y decidiera que sigan en sus lugares sería un escándalo, habilitaría a lo que no se quiere hacer, que el Ejecutivo traslade jueces", sostuvo.

En la Casa Rosada daban por descontado un fallo a favor que valide los decretos presidenciales que formalizaron la decisión de la Cámara de Senadores. A lo sumo, una resolución "salomónica" que permitiera avanzar. Nunca se prepararon para una derrota judicial.

"Me sorprende [la resolución]. La presión mediática derivada en esas movilizaciones ha logrado esto. Pero me parece que el resultado va a ser no aceptar [el reclamo de Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Germán Castelli] y van a tener que volver al juzgado original", dijo el diputado Eduardo Valdés, un hombre de máxima confianza del Presidente.

La primera reacción más inmediata en el Gobierno se dio cerca de Cristina Kirchner. La directora de Asuntos Jurídicos en el Senado, Graciana Peñafort, atacó a la Corte y la acusó de estar "alineada con el establishment, con el círculo rojo".

Comentá la nota