Río Gallegos modificará el protocolo de sepelios tras pedido del obispo

Río Gallegos modificará el protocolo de sepelios tras pedido del obispo

Abrirá la capilla del cementerio municipal y adaptará el protocolo para el último adiós. Lo hace tras una carta del obispo García Cuerva, en la que manifestaba preocupación por las condiciones en que se estaban celebrando los funerales por el Covid-19.

Después de que el obispo de la diócesis de Río Gallegos, Jorge García Cuerva, hiciera pública una carta en la que pedía al intendente Pablo Grasso revisar las prácticas en el hospital y el cementerio, la comuna escuchó el pedido.

Según confirmó el propio Grasso, el 26 de octubre se aprobará el protocolo que ya fuera analizado y que determina una despedida más “humana” a los fallecidos por coronavirus.

La provincia de Santa Cruz ya registra 126 muertes, de las cuales 111 fueron en Río Gallegos. Como se pudo ver a lo largo de estos meses, las despedidas de familiares y amigos suceden en un ambiente frío y lejos de los abrazos del “último adiós”.

En el cementerio, tal como se realizan los sepelios, las imágenes reflejan a vecinos angustiados, sin poder ver al cajón y despidiendo al vehículo desde la calle.

Para García Cuerva, son situaciones que se dan en “penosas circunstancias” y que “sólo hacen más dramático el sepelio, cuando no tienen ninguna fundamentación científica ni apoyo en la legislación vigente”, aseguró el obispo en la carta dirigida al intendente el 17 de octubre.

Luego, el mandatario y el obispo mantuvieron una reunión en la que acordaron avanzar en el tema.

Entre las nuevas medidas se abrirá la capilla, que estuvo cerrada hasta ahora, y funcionará con distanciamiento social y cupo, teniendo en cuenta que muchas veces, en el dolor de las despedidas se suelen quebrantar las medidas de prevención.

El pedido del obispo

Con fecha 17 de octubre, el obispo Jorge García Cuerva firmó la misiva dirigida a las autoridades en la que describió las situaciones que se dan, que acompañó con información sobre la legislación vigente.

García Cuerva transmitió “la inquietud de la comunidad católica y de muchos vecinos de la ciudad en general, que sufren con profundo dolor el momento de la despedida de un ser querido fallecido en el cementerio municipal”.

En este sentido, tomó como ejemplo la disposición de las empresas funerarias, que no permiten siquiera la apertura de las puertas de las ambulancias que trasladan al cajón para hacer una oración.

García Cuerva recordó que el Equipo Argentino de Antropología Forense en la Guía Operativa de gestión de cadáveres relacionados a COVID-19 dice que “el cuerpo que está en una bolsa porta cadáver, íntegra y dentro de un ataúd, no representa riesgo de contagio o propagación”.

En otro tramo, García Cuerva se refirió al ingreso de la ambulancia con personas fallecidas por coronavirus, observando que este se realiza por otra puerta del cementerio, “cuando especialmente se pide en la legislación vigente que no se dé ningún tipo de acto discriminatorio en el momento de la inhumación”.

Además, ante la generalización de que los cadáveres de fallecidos por Covid-19 deben cremarse, monseñor García Cuerva afirmó que "esto no está dispuesto en los protocolos vigentes" y puso como ejemplo uno que afirma: "La cremación no es obligatoria".

"Sigue siendo una decisión de la familia y deudos", sostuvo, y agregó: "El uso de nicho, mausoleo o bóveda para casos de COVID-19 no implica riesgo de contagio ni propagación".

"El cementerio representa un espacio sensible para familiares y deudos que llevan adelante rituales de despedida, por eso creo debe brindarse el espacio, tiempo y recursos para que estos rituales transcurran de forma segura y digna", solicitó.

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