El Museo de Palestina en Connecticut, Estados Unidos, twitteó una imagen de George Floyd, el afromericano asesinado por un policía, vistiendo un keffiyeh y adornado con una bandera palestina.
“Unidos, estamos en contra de la injusticia. El artista palestino Waleed Ayyoub honrando la memoria de George Floyd», publicó el Museo.
En las redes sociales hubo un contundente rechazo por politizar la muerte de Floyd. «Cínico y repugnante: los activistas palestinos fotografiaron un pañuelo keffiyeh nacionalista sobre la imagen de #GeorgeFloyd RIP en un intento de apropiarse de su memoria para sus fines políticos», escribió en Twitter el director ejecutivo de StandWithUs Israel, Michael Dickson.
El activista pro-Israel y de derechos humanos, Arsen Ostrovsky, afirmó de manera similar: “Los palestinos dieron a luz al movimiento de secuestro global. Ahora, en lugar de aviones, han tomado el control del dolor de otras personas. ¡Este es un nuevo comienzo!»
Por su parte, el escritor pro-israelí Yoni Michanie comentó: “Esta imagen tiene la fantástica capacidad de, simultáneamente, encubrir los crímenes de los líderes palestinos durante el siglo pasado y al mismo tiempo manchar el recuerdo de George Floyd. Roba a toda la América negra de su lucha por lograr la igualdad, la justicia y la dignidad”.
Bryan Leib, ex director nacional del organismo de control de los estadounidenses contra el antisemitismo, manifestó en su red social: “Aparentemente, George Floyd es ahora un mártir para el pueblo palestino. ¿Que sigue? ¿Hamás nombrará una calle, una escuela y un cohete después de él para que su nombre esté asociado con terroristas que han asesinado a judíos? ¡Enfermo!». Y añadió: «¿Cómo se atreven los palestinos a rebajar el asesinato de un hombre inocente?»
Floyd, de 46 años, afroamericano, murió el 25 de mayo después de que un oficial de policía blanco de Minneapolis presionara su rodilla en el cuello de Floyd durante casi nueve minutos (todo quedó registrado en videos que se hicieron virales por todo el mundo). El fiscal general de Minnesota, Keith Ellison, acusó al agente Derek Chauvin de asesinato en segundo grado y a los otros tres oficiales presentes en el momento de la muerte de Floyd por ayudar e incitar al asesinato en segundo grado.
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