Un viaje de esperanza. Con el encuentro con el Papa, durante la Audiencia general de hoy, los familiares de Asia Bibi encomendaron a Francisco el sufrimiento de una inocente, que se encuentra en la cárcel desde hace cinco años en Paquistán, condenada a muerte por falsas acusasiones de blasfemia.

«Santo Padre, rece por Asia Bibi, por nosotros, por todos los cristianos perseguidos en Paquistán», dijeron entre lágrimas durante el breve encuentro después de la Audiencia general de hoy. EL Papa los escuchó, acogió y bendijo, garantizando su cercanía y oración: «Rezo por Asia, por ustedes y por todos los cristianos que sufren», dijo el Pontífice.

El esposo de Asia, Ashiq Masih, y su hija más pequeña, Eishan, se abandonaron a la conmoción. Con ellos estaba Joseph Nadeem, educador y responsable de la Renaissance Education Foundation de Lahore, que actualmente ofrece cuidados y asistencia a la familia de Asia, además de la educación de los hijos de la familia.

Después de la Audiencia en San Pedro, la delegación paquistana se dirigió rápidamente hacia el Parlamento italiano para un encuentro con algunos representantes institucionales, entre los que estaba el Ministreo del exterior italiano Paolo Gentiloni. El ejecutivo italiano escuchará la petición del grupo de hacer presiones para que el gobierno paquistaní dé pasos concretos hacia la liberación de la mujer.

El caso está en manos de la magistratura paquistaní: después de la condena a muerte en primer grado, confirmada en apelación, será la Suprema Corte la que pronuncie el veredicto. «Es la última oportunidad», subrayó Nadeem.

Ayer por la tarde, se proyectó por primera vez en Roma el documental “Libertad para Asia Bibi”, que será también proyectado en Madrid el próximo 17 de abril, en el ámbito del congreso “Todos somos Nazarenos”, que engloba los testimonios de cristianos víctimas de persecución en diferentes partes del mundo.

Roma es la primera etapa de un “tour” europeo de sensibilización que también abarcará las ciudades de Madri, París y Berlín. La campaña pretende informar a la opinión pública y a las instituciones del viejo continente sobre el caso de la mujer paquistaní.

Hay que recordar que el Parlamento europeo, expresión continental de la ciudadanía de la UE, aprobó en noviembre de 2014, después de la condena en apelación de Asia, una resolución en la que se expresa «profunda preocupación por Asia Bibi», condenada a muerte en 2010 por blasfemia, según el artículo 295-C del Código penal paquistaní. El texto «invita a la Suprema Corte a poner en marcha el procedimiento relativo a la causa rápidamente, tutelando en la propia sentencia el estado de derecho y el pleno respeto de los derechos del hombre».

El 16 de octubre de 2014, la Suprema Corte de Lahore rechazó la apelación de Asia Bibi y confirmó la pena capital. El 24 de noviembre de 2014, la imputada presentó una nueva apelación en la Suprema Corte, pero el «presidente de Pauqistán, con una medida presidencial de gracia, todavía puede cambiar la decisión y conceder a Asia Bibi el perdón de la pena», afirma la moción.

La asamblea de la Unión Europea expresó que está consciente de que «decenas de personas, musulmanas, hinduistas, cristianos y otros, están actualmente detenidas con imputaciones de blasfemia. Hasta ahora no se han llevado a cabo condenas de muerte por los delitos de blasfemia, pero varias personas acusadas de blasfemia han sido asesinadas por multitudes violentas».

Además, se recuerda que «la magistratura paquistaní se ve sometida a grandes presiones por partes de algunos líderes religiosos, para que sean ejecutadas las condenas a muerte, generalmente decididas por jueces de grado inferior. Y los procedimientos judiciales a menudo duran muchos años, con efectos devastadores para ciudadanos paquistaníes inocentes, sus familias y las comunidades de las que forman parte».

El Parlamento Europeo pide que se cambie la legislación paquistaní sobre la blasfemia, porque provoca que para las «minorías religiosas sea peligroso expresarse libremente o practicar abiertamente el propio culto. Está documentado el uso impropio de estas leyes que han sumergido a la sociedad paquistaní en un clima de miedo. Cualquier intento para reformar las leyes o su aplicación ha sifo sofocado por amenazas y homicidios».

Desde 1987 hasta octubre de 2014 han sido imputadas por blasfemia en Paquistán 1438 personas: 633 musulmanes, 494 ahmadíes, 187 cristianos y 21 hinduistas. Desde 1990 han sido ejecutadas por multitudes violentas 60 personas en casos relacionados con blasfemia en el país.