Ni el frío intenso ni la fuerte lluvia desanimaron a los miles de fieles que acompañan la visita del papa Francisco al Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida, en la ciudad de Aparecida (estado de San Pablo), a cerca de 180 km de la capital paulista.

Según los organizadores, hubo entre 150.000 y 200.000 personas. Entre los fieles que se acercaron al municipio para ver al pontífice, es común, es habitual escuchar la misma impresión sobre el papa. “Es del pueblo”, repitan los católicos.

Habitante de la ciudad de Pelotas (Rio Grande do Sul), la jubilada Dirce Trippi, de 52 años, que acompañaba la misa en el santuario, estuvo en una fila fuera del lugar desde el mediodía del martes. “Vine por devoción. Este papa es maravilloso. Habla poco, pero dice todo. El es del pueblo”, afirmó.

El jubilado Alexandre Machado vino en bicicleta de Jacareí, cerca de 100 km de Aparecida, para ver la misa celebrada esta mañana por el papa. Devoto de Nuestra Señora de Aparecida, Machado también llego ayer para poder ingresar a la basílica. “Este para va a cambiar la iglesia. Es humilde, simple, es completamente diferente de otros papas. La iglesia estaba olvidando el lado de los pobres”, señaló.

El peluquero Osmar da Costa, de 37 años, vive en Sao Jose dos Campos (San Pablo) y pidió dos días libres en su trabajo para venir a Aparecida. “Esperamos mucho de este papa. El es del pueblo”. A su lado, dentro de la basílica, Luciana Rodrigues, de 39 años, coincidió. “Es muy humilde y está más cerca del pueblo”.

Centenas de personas improvisaron carpas con lonas en la calle, para enfrentar el frío de la madrugada. Es el caso de Romulo Bitencourt, de 20 años, que viajó de Sao Jose dos Campos y entró en la fila a las seis de la mañana de ayer, y de Monique Fantin, también de 20, habitante de Sorocaba, otro municipio paulista. “Ese papa es tan humilde que podemos esperar todo de él”, dijo Monique, poco antes de que comenzara la misa.

En Aparecida, el papa pasó entre los fieles que lo esperaban fuera de la basílica, dentro del papamóvil, y bendijo la imagen de Nuestra Señora de Aparecida. Asistieron 15.000 personas a la misa, de los cuales 3.000 fueron invitados por la iglesia, entre ellos 1.100 sacerdotes, 80 diáconos y 42 obispos. Fuera de la basílica se instalaron 6.000 sillas.

Después de la misa, Francisco bendijo la imagen de San Frei Galvao fuera de la basílica, y siguió a un almuerzo con integrantes de su comitiva y religiosos. Alrededor de las 16,30 horas está previsto su embarque hacia Rio.

La seguridad de Francisco fue reforzada, y tiene alrededor de 5.000 personas. Unos 2.500 hombres de las Fuerzas Armadas (Ejército, Aeronáutica y Marina) y 2.500 de la Policía Federal, Militar y Civil.