Fieles islámicos vuelven a rezar sin restricciones en Al Aqsa

Fieles islámicos vuelven a rezar sin restricciones en Al Aqsa

La policía israelí desmontó las medidas de seguridad adicionales. La comunidad islámica celebró en las calles la vuelta atrás de los controles. El rey de Jordania, Abdalá II, fue clave para destrabar el conflicto.

Tras once días de protestas, manifestaciones y violencia, los palestinos ganaron la pulseada a Israel y lograron que el gobierno de Benjamin Netanyahu retire las medidas de seguridad extraordinarias colocadas en torno a la Explanada de las Mezquitas luego del ataque mortal del pasado 14 de julio.

Los líderes islámicos de Jerusalén pusieron hoy fin a las convocatorias de marchas y rezos de protesta a las afueras del recinto sagrado y llamaron a la población a volver a rezar al lugar, el tercero más sagrado para el Islam, después de la Meca y Medina, pero que también es el más sagrado para los judíos, que no tienen permitido orar allí.

"Las cosas han vuelto a estar como estaban antes, así que volveremos a rezar en Al Aqsa", declaró esta mañana el muftí de Jerusalén, Mohamed Husein.

La tensión de los últimos días se ha saldado con cuatro palestinos muertos y más de quinientos heridos, así como varios policías israelíes heridos de levedad.

Además, el pasado viernes un palestino de Cisjordania entró en una colonia israelí y asesinó a tres colonos de una misma familia e hirió a otra, en un ataque que justificó en la "defensa de Al Aqsa".

El presidente palestino, Mahmud Abás, también llamó hoy a la población musulmana para que retorne a rezar al recinto, que ha permanecido prácticamente vacío y sin oraciones públicas desde el día 16, por el rechazo de la población a someterse a las nuevas medidas de Israel, en las que veían un intento de ampliar su control sobre el lugar, situado en territorio ocupado.

"Felicito a la gente de Jerusalén por su victoria en Jerusalén y en Al Aqsa", señaló Abás en un discurso televisado en directo desde la ciudad cisjordana de Ramala.

Hace dos días, Israel retiró los detectores de metales y anunció que los sustituiría por "cámaras inteligentes", pero las autoridades islámicas mantuvieron la protesta y exigieron el restablecimiento de la situación a la anterior al día 14.

Esta madrugada, Israel desmontó las estructuras metálicas, vallas y rieles de seguridad restantes, hecho que fue celebrado en la parte oriental de la ciudad con fuegos artificiales, gritos y pitidos de los vehículos que pasaban por las cercanías del recinto.

En la desactivación de la crisis ha jugado un importante papel el rey de Jordania, Abdalá II, custodio de la mezquita de Al Aqsa, que negoció directamente con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, la marcha atrás, que se dio poco después de que Ammán permitiese salir de su país a un guardia israelí que mató a dos jordanos en circunstancias no aclaradas.

Los cuerpos de seguridad israelíes también advirtieron al Gobierno de una posible escalada si no se retiraban los controles de acceso.

La Explanada de las Mezquitas es uno de los puntos más incendiarios del conflicto palestino-israelí y en el último año los palestinos perciben que Israel intenta extender su control sobre ella.

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