“Fue solo un llamado de atención”, dicen cerca de Máximo Kirchner. El presidente del bloque de diputados habló y envió mensajes a la oposición pero también a la Casa Rosada. Dejó críticas a la modificación por decreto de la ley de vacunas e insistió en que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional debe extender los plazos de pagos de la deuda más allá de los diez años.

“En una coalición de gobierno, la gestión tanto del Ejecutivo como del Legislativo puede ser observada por alguna acción puntual, no hay que asustarse por eso”, evalúan desde el entorno del legislador. Se refieren al discurso de Kirchner en el que señaló: “No quiero un país que sea juguete de las circunstancias o que tenga que ceder a los caprichos de los laboratorios extranjeros que, con más y con muchísima mezquindad, buscan siempre doblarle el brazo al Gobierno y también a este Congreso, que votó una ley de vacunas como la que votó y no hubo un laboratorio ni europeo ni asiático que pusiera algún ‘pero’ a la hora de poder negociar con la Argentina”.

Fue un mensaje al Presidente, que acaba de modificar la ley de vacunas para avanzar en la llegada a la Argentina de las vacunas producidas en Estados Unidos por los laboratorios Pfizer, Moderna y Jansen. Pero Fernández contestó y desde Tucumán aseguró: “Nunca esperen de mí que firme algo que arruine la vida del pueblo argentino. Si alguien espera que yo claudique ante los acreedores o ante un laboratorio, se equivoca. No lo voy a hacer, antes me voy a mi casa”.

En algo coincidieron: Máximo Kirchner negó que existiera una suerte de “geopolítica de las vacunas” y Fernández lo siguió: “¿De dónde nace que hay geopolítica para vacunar a los habitantes del país?”, dijo el diputado y mencionó que el PAMI, conducido por La Cámpora, le “compró en los últimos dos años a Pfizer 10 mil millones de pesos en medicamentos para los jubilados”. “Hablan de geopolítica, están jugando al TEG todo el tiempo. En los dos últimos años, 10 mil millones de pesos. ¿Eso es geopolítica? ¿Saben cuánto le compramos a Gamaleya? Cero. ¿Y cuántos medicamentos le compramos a Sinopharm? Cero”, insistió.

En la celebración del acto central por el 205° aniversario de la Declaración de la Independencia, el Presidente agregó: “Me dijeron que tenía un problema ideológico con una empresa americana que es la mayor proveedora de medicamentos de la Argentina. ¿Saben qué lo hacía difícil? Ponernos de acuerdo en los términos de un contrato, simplemente eso”.

Pero el “llamado de atención” de Máximo también apuntó a la negociación con el FMI. Tal como adelantó este diario, el diputado reclama que el acuerdo con el organismo internacional se extienda en el tiempo. “¿Ustedes creen que se puede pagar en diez años el préstamo del FMI?”, dijo. Y agregó: “No me quiero imaginar cómo vamos a hacer compatible el crecimiento y desarrollo que necesita la Argentina para dar respuesta a la gente con lo que quiere el Fondo”. Un mensaje doble al ministro de Economía, Martín Guzmán, que está en Venecia. Quiere otras condiciones para cerrar la deuda y no quiere más ajuste. Máximo no habla solo por él, también lo hace por la vicepresidenta, Cristina Kirchner.

Visita con incidentes

La llegada de Alberto Fernández a Tucumán fue acompañada por una protesta de dirigentes rurales que vivió momentos de tensión con la policía local. Se trató de un grupo de autoconvocados que llegaron a la Plaza Independencia con banderas argentinas y consignas contra el Gobierno nacional. No es la primera vez que el Presidente es recibido con reclamos en el interior del país ya que sucedió lo mismo en Jujuy. Desde el entorno presidencial le bajan el tono a las protestas al asegurar que “se trata del mismo grupo de siempre comandado por Juntos por el Cambio”.

“El año que viene, millones de argentinos van a estar en las calles de sus pueblos celebrando el 9 de Julio porque vamos a estar inmunizados”, dijo Fernández desde Tucumán en la celebración del Día de la Independencia. Allí justificó las restricciones.