Por: Nicolás Baccaro.

El domingo pasado se cumplieron 131 años de la constitución del Comité Provincia radical, allá por el 14 de agosto de 1891, y la elección como su presidente de Hipólito Yrigoyen. Casi un siglo y un tercio después, la Unión Cívica Radical bonaerense festejó el aniversario con una muestra de unidad que entusiasma al interior del partido de cara a las disputas políticas que vienen. Y es que dos días antes del aniversario, el viernes 12, un plenario de la UCR decidió por unanimidad que el 13 de noviembre próximo se elegirán las nuevas autoridades partidarias. Por su parte, la Juventud Radical hizo lo propio y celebrará internas el mismo día.

El acuerdo alrededor de la fecha para la renovación de autoridades es un signo positivo teniendo como contraste lo sucedido entre 2020 y 2021, período en el cual la UCR atravesó una conflictiva discusión interna en torno a la conducción partidaria. En aquel entonces, con una fuerte disputa entre el actual presidente del radicalismo bonaerense, Maximiliano Abad, y el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, por el liderazgo del espacio, hasta la fijación del momento de los comicios fue una discusión reñida. Hoy los aires son distintos, con un partido fortalecido tanto a nivel nacional como bonaerense, la emergencia de candidatos propios para discutir con el PRO y la buena cosecha de votos de Facundo Manes en las PASO 2021, que todo Juntos reconoció como un aporte fundamental para la victoria en las generales contra la lista del FDT.

Es desde ese nuevo contexto que el radicalismo bonaerense prioriza la unidad interna y deposita la disputa política en la discusión con el PRO. Algo de esto se evidenció la semana pasada, cuando un número nada despreciable de intendentes radicales salieron a despegarse en on de la jugada de los intendentes PRO, en la que denunciaron una supuesta discriminación por parte del Gobierno bonaerense a municipios de Juntos en materia de obra pública. Más allá de la sintonía mucho más aceitada que los jefes comunales de la UCR tienen con el kicillofismo en comparación con la que tienen sus socios del PRO, la maniobra reveló un radicalismo bonaerense que se va animando cada vez más a plantarse como un actor protagónico en Juntos y con aspiraciones de conducir el frente.

Lo que en 2020 fue una discusión subida de tono para terminar estableciendo las internas para marzo del 2021, este año fue una votación unánime que determinó el próximo 13 de noviembre como la fecha para la renovación de autoridades. Pero eso fue sólo el primer gesto de una nueva realidad partidaria que podría decantar incluso en la conformación de una lista de unidad para dicha instancia, en la que estén contenidos todos los sectores y con la cual se evite el desgaste de una disputa entre fracciones a meses de la elección 2023. El cálculo es que si el radicalismo hizo la buena elección que hizo en 2021, habiendo llegado con las esquirlas de la interna todavía sobrevolando su atmósfera, una llegada al 2023 en unidad y fortalecido con ofertas propias para cada localidad puede augurarle al partido un resultado todavía mejor.

En el ámbito de influencia de Gustavo Posse, perdedor en 2021 y hoy por hoy opositor partidario a la conducción de Abad, confirmaron a Diagonales que las conversaciones avanzan en el sentido de la lista única, aunque no se pueda confirmar a tres meses de los comicios que no vaya a existir una interna. Un intendente de Evolución, otro espacio opositor que el año pasado jugó en la interna con Posse y que tiene en Martín Lousteau a su principal referencia, también se expresó en el mismo sentido en diálogo con este medio. La explicación de la unidad, en ambos casos, es la necesidad de fortalecerse para una disputa en las PASO con el PRO.

“Yo creo que así como las internas del año pasado nos fortalecieron como partido, porque movilizamos a los afiliados, hoy lo ideal, como ha sido en otros momentos, es una lista de unidad precisamente para fortalecernos y enfrentar las PASO del año que viene con el PRO” explica a Diagonales otro jefe comunal radical del interior bonaerense y que no se identifica como alineado con la actual conducción partidaria. Por lo pronto, y en una discusión que aún está en pañales, esa lista de unidad volvería a consagrar a Abad como presidente de UCR bonaerense.

Un factor importante para llegar a los niveles de consenso actuales fue la emergencia de Facundo Manes como figura fuerte del partido con proyección electoral nacional. “El factor Manes está ordenando las diferencias porque él va más allá de la interna, quiere intentar gobernar y para eso necesita que haya unidad y vayamos todos juntos” afirmó un intendente a Diagonales.

En este marco los radicales se entusiasman con la posibilidad de presentar candidatos a intendentes propios en los 135 distritos de la provincia, y están convencidos de que lo mejor para el partido es presentar listas completas que no se mezclen con las candidaturas del PRO. “El radicalismo está en condiciones de competir con lista completa tanto a nivel nacional como en la PBA” sintetizó un jefe comunal del interior, quien además complementó la idea planteando otro concepto difundido en el ámbito partidario provincial: que una interna de Juntos en esas condiciones, con listas completas de radicalismo, sería lo más sano y además le sumaría al frente como lo hizo en 2021.

Para seguir puliendo estas cuestiones el Foro de Intendentes Radicales celebrará un nuevo encuentro en las próximas semanas, previo a otro al que ya convocaron a intendentes del PRO para discutir cuestiones comunes del frente y que tiene fecha y sede: será el 9 de septiembre en Balcarce. Mientras tanto, el partido centenario sigue reorganizándose y los momentos de tensión interna parecen haber quedado atrás. Hoy toda la energía se concentra en la construcción de una oferta electoral propia que los erija como la principal opción opositora al peronismo, ese lugar histórico que ven cada vez más cerca de poder recuperar.