El párroco de Santa Marina, Carlos Linares Delgado, falleció en la mañana del dos de agosto por causas desconocidas en la popular playa de Los Boliches en Fuengirola (Málaga). El sacerdote, de 72 años de edad, era una persona especialmente querida en su feligresía, en la que la noticia ha caído como un jarro de agua fría.
El sacerdote se encontraba este fin de semana descansando junto a sus familiares en Fuengirola. Según fuentes sanitarias, el motivo de la muerte ha podido ser una parada cardiaca mientras se bañaba en la playa. Aunque fue asistido por un socorrista, las labores de reanimación no consiguieron salvar su vida, que se apagó pasadas las doce del mediodía.
La autopsia determinará la causa exacta de este trágico desenlace. Aunque no se le conocía ninguna enfermedad actual, Linares sufrió el año pasado un grave desvanecimiento mientras oficiaba una misa que le tuvo convaleciente algunas semanas y que puede estar relacionado con lo ocurrido hoy.
Siempre cercano a los feligreses y, sobre todo, a los más necesitados, Linares también ocupaba el cargo de consiliario en la Hermandad del Resucitado y era miembro activo de los diferentes grupos de catequesis del barrio. Asimismo, el pasado jueves se encontraba trabajando en varios asuntos de la parroquia de Santa Marina de Aguas Santas, en la que deja una huella imborrable
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