Facebook, Coca-Cola, Citigroup o AT&T detienen sus donaciones a los partidos

Facebook, Coca-Cola, Citigroup o AT&T detienen sus donaciones a los partidos

El sistema político de EEUU se nutre de las donaciones empresariales, que se canalizan a través de los PAC y con las que las firmas buscan respaldar opciones afines para hacer avanzar sus intereses.

El listado de grandes multinacionales que ha decidido suspender de momento sus donaciones al Partido Republicano en Estados Unidos tras el asalto al Capitolio de la semana pasada va en aumento. La química Dow, el banco de inversiones Morgan Stanley o el fabricante de dispositivos médicos Boston Scientific han sido los últimos en anunciar que dejan de aportar fondos a aquellos congresistas y senadores que votaron contra la certificación de los resultados de las presidenciales de noviembre, tratando de de frenar con ello la confirmación de Joe Biden como presidente.

Sus nombres se suman a los del conglomerado AT&T, Mastercard o American Express que, según recoge la revista Forbes, han tomado la misma decisión solo unas horas antes, pero también a los de la cadena hotelera Marriott, la empresa de transporte de paquetes UPS, la aseguradora médica Blue Cross Blue Shield y al del grupo bancario Commerce Bancshares que tomaron la decisión a lo largo del fin de semana. 

Junto a éstas, hay otras firmas que han cortado por lo sano y han decidido posponer de momento las aportaciones a ambos partidos ante la situación de incertidumbre política y la fuerte tensión que vive el país. Es el caso de los bancos Citigroup, JP Morgan Chase y Goldman Sachs, pero también de de Ford, Coca-Cola o BlackRock, así como los gigantes de internet Facebook y Microsoft, según avanzaba esta madrugada el diario The New York Times.

A medida que pasan las horas la lista de empresas que optan por dejar de contribuir a las campañas políticas sigue creciendo. Muchas de ellas han hecho públicos además comunicados de condena muy contundentes al que fue el peor ataque vivido por la sede de la soberanía del pueblo en EEUU en los últimos doscientos años. Entre esas críticas hay menciones a quienes como el presidente saliente, Donald Trump, favorecieron con sus mensajes esos disturbios al denunciar un supuesto fraude electoral del que no existe evidencia alguna.

El sistema político de Estados Unidos se nutre de las donaciones empresariales, que se canalizan a través de los Comités de Acción Política (PAC, por sus siglas en inglés) y con las que las compañías tratan de respaldar opciones que pueden serles afines para hacer avanzar sus intereses. Los PAC se encargan de recaudar y de decidir cómo se gastan los fondos en apoyo a candidatos.

Otras grandes compañías como Bank of America, FedEx y Wells Fargo no se han pronunciado todavía sobre esta posibilidad, si bien aseguran que están analizando qué hacer. En el último ciclo electoral, los PAC corporativos estadounidenses dieron 91 millones de dólares a los miembros de la Cámara de Representantes, alrededor del 8 por ciento de los fondos totales recaudados por esa cámara, y 27 millones a los senadores (el equivalente al 3% del conjunto de fondos), según cifras del Center for Responsive Politics.

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