Explotó la pelea de Juan Zabaleta y Máximo Kirchner en Hurlingham: ahora renunciaron 11 funcionarios K

Explotó la pelea de Juan Zabaleta y Máximo Kirchner en Hurlingham: ahora renunciaron 11 funcionarios K

Es en solidaridad porque el intendente echó el lunes a cuatro secretarios municipales de La Cámpora. Se agudizó la puja con el kirchnerismo.

 

La pelea política en Hurlingham dentro del Frente de Todos llegó para quedarse. Tras la decisión de este lunes del intendente Juan Zabaleta de correr a cuatro secretarios municipales referenciados en La Cámpora, once funcionarios de esa agrupación renunciaron este martes a sus cargos "en solidaridad con los trabajadores injustamente despedidos", una movida que el kirchnerismo calificó de "persecución política contra peronistas".

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"En el día de ayer nos tomó por sorpresa, y nos produjo una enorme decepción, la noticia de que el intendente Zabaleta, sin ninguna reunión o palabra de por medio, había despedido a funcionarios del municipio de Hurlingham con el argumento, circulado por los medios, de que eran kirchneristas", resaltaron los funcionarios renunciados en un duro comunicado que oficializaron en las últimas horas y que lleva a la interna municipal entre el intendente y La Cámpora a su nivel de máxima tensión.

La decisión de los ahora ex secretarios, directores y coordinadores agrupados en la agrupación K se dio después de que Zabaleta decidiera este lunes prescindir de cuatro secretarios -de Cultura, Medio Ambiente, Obras Públicas y Comercio- que habían sido designados por Damián Selci en esos lugares.

Selci asumió al frente del distrito en la campaña electoral del 2021, cuando "Juanchi", un clásico intendente del peronismo del Gran Buenos Aires que se tomó licencia, que supo ser muy cercano a Alberto Fernández y que mantuvo siempre un vínculo muy tirante con La Cámpora, se mudó al gabinete nacional en reemplazo de Daniel Arroyo, en Desarrollo Social.

Identificado con la agrupación fundada por Máximo Kirchner, Selci nombró en el municipio a colaboradores de confianza de dicha organización, y trató de imponer su sello propio, avalado por el hijo de la ex Presidenta y Martín Rodríguez, el referente más importante de "la orga" en el distrito y el número dos del PAMI.

"Esta decisión de echar a funcionarios valiosos, con vocación de trabajo y compromiso público, nos resulta dolorosa e inaceptable. No podemos convalidar, con nuestra presencia en el gabinete, ninguna maniobra de persecución política contra peronistas, justo cuando Cristina y el peronismo están siendo terriblemente perseguidos y hostigados. Queremos transmitir con estas renuncias el ejemplo, para nuestros vecinos y familias, de que uno no debe hacerse el distraído cuando cree que se está cometiendo una injusticia", resaltaron los renunciados.

Desde que Zabaleta retomó la intendencia, a mediados de octubre pasado, la relación con La Cámpora estuvo desde que volvió atravesada por fuertes tensiones.

El intendente ya había querido volver a nombrar a sus colaboradores de confianza, pero se encontró con una fuerte resistencia de los funcionarios de la agrupación, aseguraron fuentes municipales.

La interna tuvo uno de sus picos más tórridos a fin de año, cuando los concejales del Concejo Deliberante local del camporismo se opusieron a votar el Presupuesto enviado por Zabaleta.

Antes de volver, el jefe comunal se había reunido con Kirchner para tratar de apaciguar los ánimos y volver al distrito con el menor nivel de fricciones posibles. No hubo caso.

"Hemos abrazado al peronismo toda la vida y desde ese lugar lamentamos la división de nuestro frente político que produce Zabaleta echando de su gobierno a peronistas históricos, congresales del PJ, referentes sindicales y compañeros de las distintas expresiones del peronismo", abundaron en el comunicado los funcionarios renunciados. Un texto avalado por la agrupación K.

En la campaña electoral del 2021, el cierre de listas ya había mostrado la puja que se venía. Ese año, La Cámpora amagó con presentar su propia boleta, pero al final negociaron con el intendente una nómina que mezcló a los distintos referentes de todas las facciones.

El nivel de tensión actual, con la decisión de Zabaleta y la salida de los funcionarios camporistas pronostica una guerra interna de cara a las elecciones de este año. Según trascendió, el intendente quiere ir a una primaria con la agrupación para resolver la conducción del municipio. 

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