Un evangélico como presidente en Diputados generó polémica

Un evangélico como presidente en Diputados generó polémica

Se disparó un debate por la asunción de Gerardo Amarilla. Lo cuestionan por haber defendido "la preeminencia de las leyes de Dios" por encima de las del Estado laico.

La designación de un miembro del opositor Partido Nacional (PN) de Uruguay como presidente de la Cámara de Diputados de Uruguay generó polémica y debate en el recinto a raíz de su conocida defensa de los valores evangelistas, en un país en que el Estado es laico desde hace 99 años.

Gerardo Amarilla juró en una ceremonia que se presumía tranquila hasta que el diputado Fernando Amado, del también opositor Partido Colorado, dijo que no votaba a Amarilla debido a que su colega ha defendido la preeminencia "de las leyes de Dios" por encima de las de la república.

Amarilla "fue muy claro hace algunas semanas en cuanto a que la ley divina está por encima de las del país y dijo que estaría dispuesto a desobedecer civilmente en caso de que una ley fuera contraria a los principios de su religión", criticó Amado.

El diputado Colorado agregó que no ve inconveniente en que un ciudadano pueda defender ese tipo de actitudes y creencias, pero que no debería hacerlo como presidente de la Cámara.

"Para esto se necesita neutralidad y convicción democrática muy clara", afirmó Amado.

Roberto Chiazzaro, del Partido Socialista (PS), también expresó que "cualquiera puede profesar la religión que le plazca, pero este espacio no puede transformarse en ámbito para proselitismo religioso".

Inmediatamente se pronunciaron legisladores de los demás partidos, defendiendo la integridad de Amarilla y confiando en que respetará las leyes y las normas.

Ope Pasquet, del Partido Colorado, dijo que "tengo la seguridad de que Amarilla es un ciudadano íntegro que actuará dentro de sus atribuciones", mientras que Gustavo Penadés, del PN, manifestó que "se equivocaron de palo a palo" quienes hacen esos cuestionamientos, calificados de "jacobinismo trasnochado" por parte del también diputado Alejo Umpiérrez, del Partido Nacional.

Si bien el planteo de Amado generó debate en el recinto, Amarilla recibió los votos de 90 de los 91 diputados presentes, manteniendo la tradición de rotar ese cargo mediante acuerdos políticos. La discusión fue ampliamente reflejada por los diarios El País y La República.

En el primer año de la actual legislatura fue presidente de Diputados Alejandro Sánchez, del gobernante Frente Amplio (FA).

El Estado uruguayo es laico desde la Constitución de 1917, cuando los gobernantes de entonces aprobaron la separación de la Iglesia Católica y eliminaron todo tipo de injerencia religiosa en asuntos de gobierno.

Comentá la nota