Fieles de distintos credos marcharon en Cataluña bajo el lema "La paz es patrimonio de todos". El párroco leyó un manifiesto, que rechazó la violencia en nombre de cualquier religión. Fue iniciativa de la comunidad musulmana tras los atentados de París.
Católicos, musulmanes y evangelistas se han unido en Torredembarra para clamar a favor de la paz. Bajo el lema La paz es patrimonio de todos, alrededor de un centenar de personas de distintas religiones, culturas, sexos y edades salieron a la calle y rechazaron públicamente la violencia. Con pancartas escritas en castellano, catalán y árabe, realizaron una marcha pacífica que empezó sobre las cinco de la tarde en la plaza del Mossèn Joaquim Boronat y acabó en la plaza del Castell con la lectura del manifiesto, a cargo del rector de la parroquia de Sant Pere, mosén Joan Cañas.
La iniciativa nació desde varios miembros de la comunidad musulmana. A raíz de los atentados de París, quisieron expresar que la religión que profesan es totalmente contraria a la violencia y al terrorismo. El comerciante Tieb Boutalliss, uno de los impulsores de la protesta, señaló que «nos reivindicamos contra la guerra, que no nos conducirá a ningún sitio. Y, a pesar de ser de religiones distintas, vamos todos a una, a favor de la paz», añadió Boutalliss. Los asistentes insistieron en que están en contra de toda clase de violencia, ya sea en Francia, en Siria o en cualquier otro lugar del mundo.
Por su parte, mosén Joan Cañas mostró la importancia de la movilización para dejar claro el disgusto de las distintas comunidades ante el hecho de que haya gente que pueda llegar a utilizar el nombre de Dios como justificación de actos terroristas. «Todo empezó tras los atentados de París. Varios de nuestros vecinos musulmanes querían manifestar que no estaban de acuerdo, para nada, con lo que había ocurrido. Y propusieron convocar una acción conjunta para dar a conocer esta unidad públicamente», explicó el párroco. Ahora espera que esta convocatoria pueda servir también para mejorar la relación entre ambos colectivos. «Es correcta, pero muy escasa. Ahora quizás podremos trabajar para crear puentes de diálogo», dijo Cañas.
La marcha también estuvo liderada por la concejal de Avui Democràcia Rosa Maria Guasch, que hizo de enlace entre la comunidad musulmana y las otras. Aunque los evangelistas también secundaron la movilización, la mayoría de ellos no pudieron asistir, al encontrarse fuera de la Torre para realizar ejercicios espirituales, según apuntó Guasch.
Guasch insistió en que «el terrorismo es una barbarie que debe terminar».
Manifiesto por la paz
Cuando la marcha llegó a la plaza del Castell, representantes de las distintas comunidades subieron al escenario desde donde mosén Joan Cañas, que ejerció de portavoz, leyó el manifiesto «en favor de la paz y la concordia entre todos los pueblos». Durante su intervención, recordó que en el mundo hay muchos rincones donde la paz se rompe prácticamente a diario, e hizo referencia a las miles de personas que se ven obligadas a dejar su hogar porque se ha vuelto inseguro.
«Tenemos que comprometernos a construir unidos una sociedad más justa y digna para todos», insistió mosén Cañas, y citó una oración de San Francisco de Asís.
La iniciativa pacifista, que terminó con un aplauso, se sumó, así, al reciente manifiesto de la comunidad musulmana de la Torre emitido por la asociación Grup de Dones Al- Manar y la Associació Cultural Àrab de El Vendrell.
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