La víctima es el tío de la mujer del presunto agresor, detenido en la avenida de Santa Cecilia.
Por Alvaro Espinosa
Carlos Martínez Pérez, de 76 años, vicario parroquial de San Isidoro y San Ildefonso ha sido asesinado en la noche del jueves 16 de julio. El presunto asesino es José Eugenio Alcarazo Fernández, marido de una sobrina, el cual esperaba al sacerdote momentos después de celebrar misa en el convento de San Leandro, muy cercano a su domicilio. Al entrar en el portal, el detenido lo estaba esperando donde le ha asestado hasta siete puñaladas mortales.
Al parecer la sobrina de la víctima sufría malos tratos, motivo por el cual el sacerdote había mediado en la relación y hecho desencadenante del terrible suceso, ya que el presunto asesino culpaba al religioso de la ruptura del matrimonio.
El agresor detenido momentos después, podría sufrir un desequilibrio mental, algunas fuentes señalan que incluso se había fugado de la unidad psiquiátrica del hospital de San Juan de Dios en Bormujos. La rápida actuación policial evitó una tragedia mayor, ya que el tras el asesinato del sacerdote, el presunto asesino se dirigió al lugar donde viven sus mujer y sus hijos con la intención de acabar con la vida de su mujer, según señalan fuentes policiales.
Nada más conocerse la terrible noticia, la hermandad de Nuestra Señora de los Reyes emitió un comunicado en el que lamentaba «profundamente esta irreparable pérdida» destacando la gran devoción que profesaba a la Virgen «desde que era niño».
Carlos Martínez Pérez fue ordenado sacerdote en 1972, era licenciado en Historia, en Económicas y en Geografía e Historia, y hablaba varios idiomas. Desde hace dos años era director espiritual de la Hermandad de los Sastres. Su hermano mayor, Miguel Andréu, aún conmocionado por la noticia, destacaba ayer que «Era un hombre del barrio, decidido a abrir la hermandad a la gente».
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