Esforcémonos en no ser obstáculo de la misericordia del Padre. Catequesis del Papa

Esforcémonos en no ser obstáculo de la misericordia del Padre. Catequesis del Papa

Jesús que se demuestra el instrumento concreto de la misericordia del Padre, con la invitación que el Padre realiza a través de su Hijo a la conversión, fueron el hilo conductor de la catequesis del Papa Francisco que en el primer miércoles de setiembre, nos llevó a reflexionar sobre el modo en que los cristianos vivimos nuestra fe.

Como siempre la plaza de san Pedro, colma de fieles y peregrinos llegados de cada rincón del mundo, fue el escenario de la reflexión del pontífice, esta vez sobre la "Misericorida que salva", a partir del pasaje del Evangelio de Mateo, que narra la pregunta de Juan el Bautista al Señor: «¿Eres tú el que ha de venir?»

Texto completo de la catequesis pronunciada por el Papa Francisco en Español: 

Queridos hermanos y hermanas:

En el evangelio de Mateo escuchamos la pregunta de Juan el Bautista: «¿Eres tú el que ha de venir?» Jesús responde mostrando las obras de misericordia que realiza con los enfermos y desheredados, y de las que son testigos los discípulos del profeta.

Jesús, el Mesías esperado, es el instrumento concreto de la misericordia del Padre, que sale al encuentro de todos llevando consuelo y salud, y, a través de los signos de la bondad divina, llama a todos a la conversión, para que encuentren el camino de regreso al Padre.

La forma de actuar de Jesús puede escandalizar a muchos, porque no se adecua a la idea que se han formado de él, pero nos alienta a aceptarlo como el Mesías que se revela en las obras que cumple, siguiendo la voluntad del Padre. El cristiano cree en el Dios de Jesucristo, y tiene el deseo de crecer en la experiencia viva de su misterio de amor, que lo empuja a la misión de trasformar el mundo y la historia.

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Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Esforcémonos en no ser obstáculo de la misericordia del Padre, sino al contrario, pidamos al Señor que incremente nuestra fe, para ser signos e instrumentos de su misericordia. Que Dios los bendiga. 

(Griselda Mutual - Radio Vaticano)

 

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