El equipo de Massa busca en Washington que el FMI afloje el ajuste

El equipo de Massa busca en Washington que el FMI afloje el ajuste

El objetivo es que el organismo acepte una reducción de las tasas y asuma el costo del conflicto bélico estimado en casi 5000 millones de dólares.

Este martes arribará a Washington una comitiva encabezada por el jefe de asesores de Sergio Massa, Leonardo Macdur, el secretario de programación económica, Gabriel Rubinstein; los secretarios de Hacienda y Finanzas, Eduardo Setti y Raúl Rigo; y el titular del Indec, Marco Lavagna, que en los hechos está a cargo de las relaciones financieras internacionales.

El equipo económico tiene la misión de conseguir apurar el desembolso de los derechos especiales de giro, la moneda que emite el Fondo, por el equivalente a 5900 millones de dólares y sobre todo, lograr un relajamiento del ajuste fiscal, computando a favor los mayores costos que paga el país por la guerra de Ucrania.

Como el FMI entra en receso de invierno el Gobierno el equipo busca llegar a tiempo para contar con la última aprobación del directorio antes de mediados de diciembre.

Para eso tiene que que conseguir la revisión finalice esta semana para que el staff del FMI elabore el informe que elevará al directorio, algo que suele tomar un par de semanas.

Como las metas correspondientes al tercer trimestre tuvieron su visto bueno por adelantado, todo indica que lo que se va a negociar versa sobre los últimos tres meses del año.

De las tres metas cuantificables, que son emisión, déficit y reservas, Las reservas son las más complicadas. Porque si bien el Banco Central sobre cumplió el objetivo previsto para el 30 de septiembre por más de 1.000 millones de dólares, fue debido al ingreso de divisas gracias a la primer versión del dólar soja.

Como el FMI entrará en receso de invierno a mediados de diciembre, el Gobierno el equipo de Massa quiere que la revisión finalice esta semana para que el staff del FMI elabore el informe que elevará al directorio, algo que suele tomar un par de semanas.

Sobre el límite de asistencia monetaria al Tesoro, es la meta que se cumple más cómodamente. Si bien el esquema de dólar soja implicó un aumento en la emisión monetaria, al no haber sido utilizada para financiar al Tesoro, el FMI no lo tomó en consideración.

"La monetaria está sobre cumplida, incluso por debajo del 1% del PBI que se proyectaba", afirmaron a LPO desde el entorno de Massa.

Así mismo el Ministro dio por hecho que se cumplirá la fiscal, lo que estaba en dudas por el mercado. "Vamos a cerrar el año cumpliendo el 2,5% de déficit fiscal", afirmó Massa días atrás ante empresarios. Según la letra del acuerdo con el Fondo Monetario, el rojo fiscal sin contar intereses de deuda, debería sumar 1.156 billones de pesos.

"Por eso, al cierre del tercer trimestre, esta meta también fue sobrecumplida por el Ministerio de Economía, ya que los números fiscales oficiales de la Secretaría de Hacienda mostraron que a fines de septiembre esa variable fue de 1,¡.096 billones", detalló la misma fuente.

Ahora, respecto al último trimestres del año, la meta de acumulación de reservas junto a la de reducción del déficit primario, son dos objetivos críticos del acuerdo con el FMI.

Según el piso estimado desde el Palacio de Hacienda, la reapertura del dólar soja le va a aportar al Gobierno más de 3.000 millones de dólares. Ese dinero se sumará a los 500 millones de dólares extra que giraría el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la segunda versión del préstamo de libre disponibilidad que en septiembre negoció Massa. Finalmente habrá una tercera vía de ingreso de dólares: el primer aporte de la activación del swap con China que, según el propio Gobierno, permitiría la contabilidad de unos 630 millones de dólares mensuales en las reservas.

En consecuencia, uno de los pedidos que lleva el equipo económico es que el FMI compute estos desembolsos venideros de otros organismos de crédito multilaterales.

"La idea es que se contabilicen los créditos acordados así como se unifiquen los criterios del prospecto de deuda. No puede ser que el FMI, que es el prestamista de última instancia, nos cobre el doble de interés que la Corporacion Andina (CAF)", expresó a LPO la fuente del equipo económico.

En este mismo sentido, la expectativa del Gobierno es que el Fondo se preste a discutir los sobrecargos. Tema que formó parte de la agenda con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, durante el viaje del presidente Alberto Fernández por Bali, Indonesia, en el marco del G20.

"En diciembre podría tratarse en el board del FMI, debido a que el pedido obtuvo respaldo por otros países del G20", afirmó la misma fuente.

Argentina paga esta sobretasa por haberse excedido en el préstamo en un 1096% de su cuota. Esto podría implicar un ahorro anual de 1100 millones de dólares anuales, hasta 2026, según estima el centro CEPA.

Pero, además, el nuevo crédito que firmó la Argentina bajo gestión de Guzmán se rige bajo la tasa variable que tiene el FMI que toma en cuenta lo que ocurre con monedas como el yuan, el euro, el yen, la libra y el dólar.

La tasa variable es clave para la deuda argentina, debido que a diferencia del programa stand by firmado en 2018, el de facilidades extendidas devenga intereses también el capital.

Massa quiere renegociar la tasa variable que acordó Guzmán, atada a la evolución de las principales monedas, que se disparó por la suba de interés que aplicó la FED y la mayoría de los bancos centrales. 

A ese valor ajustado a las variaciones de esas monedas, se le suma el costo que tiene cada tipo de crédito y los sobrecargos. Hoy esa tasa, debido a los aumentos aplicados por la FED y la mayoría de los bancos centrales del mundo, está en 2,72%. Solo por este incremento, Argentina tendrá que pagar en 2023 un extra en intereses de 700 millones, según estiman en el equipo económico.

"Esta es la razón por la cual el kirchnerismo le declaró la guerra a Guzmán, y paradójicamente es la misma por la cual respalda a Massa, porque la idea del Ministro es reparar el desastre de la gestión anterior, incluido los puntos más débiles del acuerdo con el Fondo", contó a LPO una fuente cercada a la Vicepresidenta.

Además, el equipo de Massa lleva también para poner sobre la mesa el llamado "costo de la guerra", calculado en 4940 millones de dólares explicadas por las mayores importaciones de energía, fertilizantes, fletes, entre otros.

Aunque el FMI tiene un cálculo distinto, por considerar las mayores exportaciones en el marco de la suba internacional de commodities del agro, de todos modos van a buscar que el FMI "absorba esa responsabilidad", como dijo Massa en la entrevista concedida a Futurock.

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