Envases sostenibles a favor del planeta

Coca-Cola apuesta por la innovación y el ecodiseño para que sus envases tengan el mínimo impacto medioambiental.

El cambio climático es uno de los desafíos más importantes a los que se enfrenta la Humanidad. Y las medidas que tomemos hoy para afrontar este reto configurarán el mundo del futuro. Una de las más urgentes pasa por acelerar el proceso de descarbonización y transitar hacia una economía sostenible, ya que frenar el calentamiento global es clave para evitar la expansión de nuevas pandemias, como la provocada por la covid-19.

En este camino, las empresas han redoblado su apuesta por transformar el modelo económico actual. Un ejemplo es Coca-Cola, que lleva años con la sostenibilidad en el centro de su modelo de negocio. La compañía trabaja para que sus envases sean más sostenibles cada día, ya que juegan un papel crucial a la hora de reducir la huella de carbono. Para lograrlo, introduce criterios de ecodiseño e impulsa la innovación para reducir su peso, aumentar el uso de material reciclado y mejorar su reciclabilidad, además de buscar soluciones para luchar contra la basura marina en el marco de la economía circular.

Las metas de Coca-Cola para 2025 son recoger y reciclar el 100% de los envases que comercialice, que el 100% de sus envases sea reciclable y que el 50% del plástico que utilice sea reciclado. Porque para que los envases tengan el mínimo impacto ambiental en todo su ciclo de vida es crucial que se invierta y se investigue en su diseño, pues de lo contrario pueden dañar la naturaleza. De ahí la apuesta de Coca-Cola por el ecodiseño y la innovación.

Para desarrollar sus latas y botellas, la marca tiene en cuenta la huella ambiental asociada a su producción, distribución y consumo para reducirla al máximo. Sus envases son ahora más ligeros y contienen más material reciclado. El peso de la botella Contour de vidrio rellenable, la más icónica de Coca-Cola, se ha reducido un 21% con respecto al año 2000. Además, la botella de plástico de 2 litros ha disminuido su peso en un 35% desde 2010 y las latas pesan hasta un 60% menos que hace 30 años.

En cuanto a la cantidad de material reciclado, las actuales botellas de plástico de Coca-Cola tienen un 25% de plástico reciclado (en 2017 era el 13%) y el objetivo es elevar ese porcentaje al 50% antes de 2022. La compañía también trabaja para que sus envases sean más fáciles de reciclar. Por ejemplo, ha eliminado la coloración verde de las botellas de Aquabona con gas, lo que permite que, al reciclarse, puedan ser transformadas en nuevos recipientes. De este modo, el 99,6% de los envases de Coca-Cola son completamente reciclables.

En esta misma línea, la multinacional trata de mejorar la reciclabilidad de los embalajes y eliminar el plástico. De esta manera, a finales de 2019 Coca-Cola sustituyó la envoltura plástica de sus multipacks de latas por una de cartón 100% reciclable y con certificación PEFC, que asegura que procede de bosques sostenibles. En los próximos meses, también suprimirá las anillas de plástico de sus packs de latas, que reemplazará por otras de cartón.

Innovación contra los desperdicios

Junto al ecodiseño, la innovación funciona como otra palanca para conseguir envases más sostenibles, ya sea mediante la mejora de los sistemas de reciclaje o explorando materiales alternativos con una menor huella ambiental.

Botella hecha de papel.

Así, en 2019 Coca-Cola presentó la primera botella elaborada con plástico reciclado procedente de basura marina, logrando transformar plástico muy degradado en materia prima de alta calidad para uso alimentario. Solo un año después, el pasado octubre, consiguió el primer prototipo de botella hecha de papel, un material renovable, fácilmente reciclable y biodegradable.

Acabar con los residuos

Todos estos esfuerzos de Coca-Cola a favor del planeta forman parte del programa Un Mundo sin Residuos. Se trata de un plan de la compañía a nivel global que contempla todo el ciclo de vida de un envase, desde cómo se diseña y fabrica, hasta cómo se recicla y reutiliza. Los compromisos de este plan son muy ambiciosos. Para 2030 quiere recoger y reciclar el equivalente al 100% de los envases comercializados, que el 100% de sus envases sean reciclables y que el 50% de todos los materiales utilizados en su fabricación sean reciclados.

En Europa, este plan se traduce en la estrategia Avanzamos, que adelanta los dos primeros compromisos a 2025 y se compromete a que sus envases contengan al menos un 50% de plástico reciclado para 2021.

Impulso a la economía circular

Otro ejemplo del trabajo de Coca-Cola a favor del medio ambiente es su participación, desde 2018, en Mares Circulares. Se trata de un proyecto de colaboración que, mediante el modelo de la economía circular, limpia de residuos playas, espacios protegidos y fondos marinos. A su vez, trata de sensibilizar a los ciudadanos sobre la importancia del reciclaje y apoya cada año tres estudios científicos y una iniciativa empresarial que aporten soluciones al problema de la contaminación marina.

Limpieza de costas organizada por la fundación Ecomar en Punta Umbría como parte del proyecto Mares Circulares de Coca Cola.

La iniciativa, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, integra también la colaboración civil y ciudadana a través de más de 100 organismos públicos y privados entre ayuntamientos, ONG, universidades y asociaciones. En 2019, con la ayuda de 11.660 voluntarios, se limpiaron 100 playas y otros entornos acuáticos de España y Portugal. Además, se contribuyó a la conservación de 21 reservas marinas y otras áreas protegidas. Este año, debido al distanciamiento social que ha impuesto el coronavirus, no se han podido realizar las 80 limpiezas de playas previstas, que se reanudarán en 2021.

Los residuos recogidos se clasificarán para su posterior valorización. En el caso del plástico PET, Coca-Cola lo reintegrará en su cadena de valor o lo utilizará para proyectos de investigación. Parte de este plástico se ha empleado, por ejemplo, para crear la primera botella apta para uso alimentario hecha con plástico reciclado procedente de basura marina.

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