“Inmersa en la oración e infatigable en la acción ¡Una santa bien moderna!”, describió a Mama Antula el presbítero Fernando María Cornet, argentino pariente de la Sierva de Dios, que reside en esa parroquia italiana.

Con motivo de la beatificación de María Antonia de Paz y Figueroa –conocida como Mama Antula- que se realizará el sábado 27 de agosto, se entronizará un cuadro de la neobeata, en la iglesia San Antonio Abad, en Sassari, Italia. La ceremonia será el 10 de septiembre a las 18. 

El cuadro con la imagen de Mama Antula, un óleo sobre lienzo, obra del profesor Giovanni Fiora, mide dos metros de alto y 0,90 de ancho y será colocado en el interior de la capilla San José ubicada en uno de los laterales interiores de la parroquia. El retrato será bendecido durante la misa de acción de gracias presidida por el arzobispo de Sassari, monseñor Paolo Atzei, concelebrada por el obispo emérito de Nuoro, monseñor Pietro Meloni, junto a numerosos sacerdotes. 

Además, diferentes delegaciones, como la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, la Orden de los Santos Mauricio y Lázaro, la "Antica e Venerabile Arciconfraternita di Orazione e Morte" (Cofradía de los Nobles Sardos), y la "Arcionfraternita dei Servi di Maria"(Cofradía de los Siervos de Maria), confirmaron su participación, así como también una gran cantidad de miembros de la comunidad. 

“Creo que un buen número de personas de la diócesis también estará presente. Desde hace un buen tiempo que mucha gente invoca a la neobeata”, expresó a AICA el presbítero Fernando María Cornet, argentino pariente de la beata y que reside en esa parroquia en Italia. 

Luego de la misa, se procederá a la entronización de la imagen en la capilla. Asimismo, debido a la carencia de material en italiano, el presbítero Cornet explicó que fue confeccionada una oración a la beata en lengua italiana, un pequeño libreto con su perfil biográfico, y una selección bibliográfica. “Quizás, más adelante tenga más tiempo para traducir al italiano algunos de los óptimos trabajos sobre Mama Antula y las cartas de la beata, que son excepcionales”, aseguró. 

“María Antonia fue una persona extraordinaria que anticipó los tiempos: paradigma de consagrada, extremadamente activa en el apostolado (cosa impensable por entonces, pues debían residir en conventos), que revalorizó el papel que una mujer puede cumplir en la sociedad civil y dentro de la Iglesia”, afirmó. 

Además, destacó: “Es (y en esto es muy ignaciana), modelo de contemplativa: Sí, de San Ignacio. Decían que era ‘contemplativo en acción’. Lo mismo se tendría que decir de María Antonia de Paz y Figueroa: inmersa en la oración, e infatigable en la acción ¡Una santa bien moderna!”.