Francisco se comunicó con siete muchachos y muchachas de cuatro países distintos. Al final advirtió que el “pacto educativo” está roto en el mundo
“Tu tienes una tablet”. La pregunta sacó una sonrisa al Papa, que respondió: “No, no tengo”. Bautista, un muchacho argentino que vive en Madrid, fue uno de los siete niños y jóvenes discapacitados que hoy protagonizaron una inédita videoconferencia en línea con Francisco. Al finalizar la comunicación, el pontífice advirtió: El pacto está roto en el mundo y los maestros tienen que lidiar solos con una “papa caliente”.
Entre bromas y coloquios francos, unos 20 minutos duró el enlace desde el Aula Nueva del Sínodo en el Vaticano, en la cual estuvieron más de 300 participantes en el IV Congreso Mundial de la organización “Scholas Occurrentes”, una red mundial de “escuelas para el encuentro”.
El contacto, con cuatro países del mundo ya través de la plataforma HangOut, comenzó con un diálogo entre Jorge Mario Bergoglio e Isabel Vera, española, de 13 años, no vidente que corre y usa la computadora con un aparato de traducción al Braile. También se mostró divertido cuando Elvira, de 12 y síndrome de Down jugó ante la cámara con una klaketa.
“Francisco, ¿puedo hacerte una pregunta? ¿A ti te gusta hacer fotos y luego descargarlas en el ordenador?”, cuestionó Alicia, otra muchacha española con Down. “Alicia, querés que te diga la verdad, yo soy un tronco con la máquina, no se usar el ordenador, ¡qué vergüenza!”, contestó Bergoglio.
Pedro, un muchacho de San Pablo (Brasil) y mutilado en su brazo derecho, habló de fútbol, Isaías de Estados Unidos le preguntó qué hacía cuando afrontaba dificultades y Bautista le mostró las diversas actividades que realizaba con su dispositivo móvil tableta.
“Todos tenemos un cofre, una caja y dentro hay un tesoro. Es tarea de ustedes abrir ese cofre y sacar lo mejor. Cada uno de nosotros tenemos un tesoro dentro, si lo guardamos queda ahí encerrado, si lo compartimos con los demás el tesoro se multiplica con los tesoros de los otros. Lo que ustedes hacen ahí en sus lugares nos demuestran que la vida es un lindo tesoro pero que sólo vale la pena si la compartimos”, dijo el Papa al finalizar su charla en línea.
Después sostuvo otra comunicación con una escuela de Mozambique, donde se inauguró un centro de Scholas en el cual fueron instaladas varias computadoras donadas a través de esa red.
Finalmente, al clausurar el congreso, el Papa lamentó que en el mundo está roto el “pacto educativo” entre familias, escuelas, la patria y la cultura. Entonces la educación de los niños se delega sólo en los docentes que, generalmente mal pagados, tienen que asumir esta responsabilidad y cuándo estos no logran el éxito “se les recrimina”.
“Quiero rendir homenaje a los docentes porque se han encontrado con esta ‘papa caliente’ en la mano y se han animado a seguir adelante. Scholas quiere reintegrar el esfuerzo de todos por la educación, rehacer armónicamente el pacto educativo. Sólo así, cuando todos los involucrados en la educación de los hijos estamos armonizados, va a cambiar la educación”, indicó.
Y apuntó: “Scholas busca armonizar la educación en el mismo chico, no es sólo buscar información, el lenguaje de la cabeza, scholas quiere armonizar el lenguaje de la cabeza con el de las manos y el del corazón. Que una persona, un chico, un muchacho piense lo que siente y lo que hace, sienta lo que piensa y lo que hace, haga lo que siente y lo que piense. Esa armonía en la misma persona, en el educando, y esa armonía universal, que el pacto educativo lo asumamos todos y así salgamos de esta crisis de la civilización que nos toca vivir y demos el paso que la misma civilización nos exige”.
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