Por qué entra Ferraresi y sale Bielsa

Por: Ricardo Roa. Alberto Fernández llenó de elogios a la ex ministra pero le dijo afuera. Y con el cambio quiso llenar de cumplidos a Cristina Kirchner.

Es extraño que hayan despedido a la ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat y es extraño por lo que afirma quien la despidió, Alberto Fernández. El presidente acaba de decir que María Eugenia Bielsa “hizo un enorme trabajo al crear un ministerio” que no existía, “algo para nada sencillo de hacer” y también “una gran tarea con el Plan Procrear y la Ley de Alquileres”, que “aunque no lucen son muy importantes”. Y remató la catarata de elogios con un lamento tardío y para la platea: “Yo quería que siguiera siendo parte del Gobierno”.

Por si no se sabe: María Eugenia es una figura clave del peronismo de Santa Fe. Fue vice gobernadora y es hermana de un Bielsa famoso y otro bastante famoso: Marcelo, el ex técnico de la Selección y Rafael, el ex canciller de Kirchner. Puertas adentro, otros argumentos explican su salida. El que más se escucha desde el Gobierno dice que era poco ejecutiva en un área a la que Fernández quiere darle un gran protagonismo.

Si la medida de la falta de ejecutividad que se le atribuye es el uso del presupuesto, Bielsa ha gastado bien poco. En 11 meses, sólo utilizó el 55% de la partida que le asignaron. Pero si ese es el metro, peor están otras dos ministras: la de Justicia con un 44,5% y la de Mujer, Género y Diversidad con un 46,1%.

Visto desde el lado opuesto, Santiago Cafiero tendría un muy bien ganado título de campeón del gasto público: figura al tope de la tabla, con un 85%. Debiera estar claro y Cafiero lo prueba, que gastar mucho no equivale a ser eficiente.

Otra cosa comentan quienes han estado cerca de Bielsa estos meses. Dicen que es una mujer honesta y prolija, de carácter difícil. Difícil de atropellar y muy recelosa a la hora de poner la firma. Estuvo siete meses sin director Jurídico, o sea quien debe cuidar dónde pone la firma. Finalmente el cargo lo llenó con otra María Eugenia, Bais, que debió pasar por el filtro de Carlos Zannini, que es como el brazo derecho de Cristina y el jefe de los abogados del Estado. También cuentan que tuvo problemas con la presión de algunos intendentes para avanzar en planes de vivienda flojos de papeles.

Hay una historia detrás de esta historia que puede explicar unas cuantas cosas mejor que como las explica Fernández. Bielsa es de las funcionarias que no funcionan de Cristina, que la tiene en la mira desde que se negó a encabezar una lista y habló de que “no hay que robar en política”. Cristina la citó a la Rosada y fue de tal agresión y con tanto insulto la filípica de la entonces presidenta a la ahora ex ministra, que Bielsa se sintió tan mal que llamó a su hermano Rafael para que fuera a buscarla a un bar frente al Cabildo.

El presidente busca hacer pie y ganar influencia en el Conurbano pero bien pudo haber puesto en lugar de Bielsa a otro intendente menos identificado con Cristina que Ferraresi, de Avellaneda y vice jefe del Instituto Patria. La designación es por su búsqueda de equilibrios con Cristina, en un momento de crisis con ella. Sigue en plan de equilibrista por otras dos obligaciones: el ajuste y el arreglo con el FMI. ¿Cómo hacerlos sin el riesgo de que Cristina se ponga a escribir otra carta?

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