Los empresarios le copiaron al Gobierno la receta del ‘plan aguantar’ hasta el 2023

Los empresarios le copiaron al Gobierno la receta del ‘plan aguantar’ hasta el 2023

En las principales empresas del país de diferentes sectores computaron en agosto algunas líneas de producción paradas debido a las dificultades por acceder a los dólares y porque se demoran las entregas de proveedores por la misma razón. Para el Indec, la economía creció en el segundo trimestre, pero muestra menos ímpetu. El Gobierno calcula revertir el pesimismo que reina entre las compañías donde también apuestan a llegar al año próximo sin mayores sobresaltos, pero tampoco con fuertes inversiones ni generación de empleo.

Alejandra Gallo

Es comentario recurrente en la mayoría de las oficinas de los principales  CEO’s y gerentes generales de las empresas con mayor poder de fuego que operan en el país. “Aguantar”, es casi una copia fiel de lo que también se escucha en la mayoría de los despachos oficiales. El objetivo es llegar hasta las elecciones sin sobresaltos.

En los escenarios de negocios de las compañías (grandes constructoras, petroleras, metalúrgicas, automotrices, productores agropecuarios, alimenticias, tecnológicas, cementeras) son similares: esbozan modestas proyecciones de inversión, ninguna de empleo y prevén un endeble crecimiento económico para este año.

Lo que más preocupa es la inflación, la suba de precios en la ecuación  de costos y la eventual conflictividad gremial que esto podría generar para fines de año. Un botón de muestra es el caso de los neumáticos aunque hay más. Por ejemplo; el gasoil que vuelve a escasear en varias provincias del centro del país y ni qué hablar de los malabares que en las compañías dibujan los equipos financieros para importar, conseguir los dólares para operar y los insumos importados que escasean. En el BCRA minimizan esas gambetas a pesar de que el dólar blue y los financieros no ceden y terminaron el viernes en alza en el marco de un viernes negro mundial por temor a una recesión global pospandemia.

El Gobierno estudiaría un plan para congelar precios y salarios a partir de octubre

En el equipo económico que conduce Sergio Massa hay silencio y bronca por las desprolijidades en la redacción de las normas sojeras. De todos modos, el titular del Palacio de Hacienda se hizo tiempo para celebrar. “Para el Gobierno es una alegría enorme ver el resultado de una política que consolida reservas y asegura la presencia argentina de exportaciones”, dijo y llamó al sector a seguir en la misma dirección para alcanzar el mejor resultado posible al computar los 5 mil millones de dólares que ingresaron por el dólar soja.

En el Gobierno circulan versiones en torno a una megaconvocatoria del ministro para congelar precios y salarios a partir del 1° de octubre. Por ahora, no hay ni confirmación ni desmentida sobre este punto aunque de más está decir que los ejecutivos se encolumnarían silenciosa y obedientemente.

 

Desde el sector privado siguen los reclamos por las demoras en cuestiones de gestión, como por ejemplo, que el secretario de Comercio Matías Tombolini haya tenido tiempo para discutir sobre las figuritas del Mundial, pero no para encontrar un mecanismo de contención al precio del pan que denuncia aumentos desmedidos en los insumos como la levadura que trepó 16% en una semana y la bolsa de harina que cotiza a $ 2.700.

En el horizonte empresarial hay nubarrones; así lo manifestaron en las últimas encuestas que realizó IDEA sobre cómo creen que les irá en el próximo semestre. Allí las reglas previsibles son el principal reclamo y seguramente se plasmará en el próximo Coloquio que realizará  la entidad entre el 12 y el 14 de octubre en Mar del Plata.

En la reunión con la UIA hubo reclamos por la cadena de proveedores

Porque los permanentes cambios en el acceso a los dólares y a los insumos ya provocan una maraña de demoras en las líneas de producción. Éste fue uno de los reclamos más fuertes de la cúpula de la Unión Industrial a Massa, quien almorzó esta semana en el sede fabril. La apuesta del ministro es jugar fuerte para revertir las expectativas negativas sobre lo que vendrá.

De acuerdo con los datos que manejan los industriales en agosto se produjeron frenos en algunas líneas de producción y esto ocurre cuando según el Indec la actividad económica creció 6,9% en el segundo trimestre respecto a igual período del año pasado, pero comienza a mostrar signos de agotamiento. Otra preocupación industrial tratada en lo concerniente al aseguramiento de la cadena de producción y la disponibilidad de insumos.

Todo esto sin contar que en el empresariado hay incertidumbre por el fin de año y los reclamos que provocará la alta inflación 2022.

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