Empresa alemana reclama la propiedad del sonido de latas de gaseosas

Empresa alemana reclama la propiedad del sonido de latas de gaseosas

Un fabricante alemán de recipientes metálicos pretendía inscribir el sonido de latas de gaseosas como una marca registrada a su nombre. La corte no estuvo de acuerdo.

El sonido de una lata de gaseosas al abrirse, seguido de varios segundos de burbujeo, no es una marca registrada, dictaminó un tribunal de la UE el miércoles en un caso presentado por una empresa alemana.

Ardagh Metal Beverage Holdings había solicitado a la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) que registrara el ruido producido por sus latas de bebidas gaseosas.

Pero la compañía sufrió un revés y su petición fue rechazada con el argumento de que el sonido aludido no era lo suficientemente "distintivo".

"El sonido que hace una lata de gaseosas al abrirse, seguido de un silencio de aproximadamente un segundo y un sonido burbujeante que dura aproximadamente nueve segundos" no es una marca sonora, dijo el Tribunal General Europeo en un comunicado.

Posible apelación

Ardagh, que fabrica latas de metal que se utilizan en una variedad de bebidas, incluida la cerveza y el vino, había presentado su solcitud ante el Tribunal General Europeo.

"Una marca sonora debe tener una cierta resonancia que permita al consumidor objetivo percibirla como una marca comercial y no como un elemento funcional o como un indicador sin ninguna característica inherente", dijo el tribunal.

"Los elementos sonoros y el silencio de aproximadamente un segundo, tomados en su conjunto, no tienen ninguna característica inherente que permita que sean percibidos ... como un indicio del origen comercial de la mercancía", agregó la corte.

La empresa ahora puede apelar ante el Corte Europea de Justicia.

Las marcas de sonido registradas famosas incluyen jingles como la melodía del procesador Intel Pentium, pero también otros sonidos como el rugido del león de MGM.

El fabricante de motocicletas Harley Davidson no logró  en la década de 1990 que el rugido de sus motores fuera registrado como una marca sonora.

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