La embotelladora de Santo Tomás está en una situación crítica

La embotelladora de Santo Tomás está en una situación crítica

De los 17 empleados quedan 9. Desde noviembre perciben la mitad de su salario que no supera los 28.000 pesos. El presidente de la comisión de fomento pidió a los dueños que “pongan la cara.”

La planta nació el 19 de noviembre de 1988 y la inauguró el exgobernador emepenista, Pedro Salvatori. Foto archivo.

“No hay laburo y tenemos que salir a aguantar esto”, aseguró uno de los nueve empleados de la planta de agua mineral ubicada en la localidad de Santo Tomás, que desde noviembre pasado percibe el 50% de su salario. El presidente de la comisión de fomento, Víctor López, pidió a los dueños de la empresa que “pongan la cara”.

El pueblo de 400 habitantes, ubicado a 237,8 kilómetros de la ciudad de Neuquén, tiene una vertiente muy valiosa que permitió el nacimiento de la embotelladora en 1988. En la década del ´90 la adquirió Néstor García (exInterlagos) que la dejó endeudada. Merced a la intervención del gobierno provincial y de la comuna pasó a manos de Alejandro Chaparro. Comenzó a comercializarse nuevamente con el nombre de “Barda Santo Tomás” en las góndolas de la región, e incluso las autoridades hicieron promoción cuando se despachó la producción a Córdoba. Ahora, dijo López, es propiedad de Gama Austral SA, una firma cuya constitución fue publicada en el Boletín Oficial de Neuquén del 17 de abril de 2019.

En noviembre de 2020 la empresa acordó que por 120 días los trabajadores percibirían la mitad del salario y cumplirían una jornada de cuatro horas. El plazo venció y no hay ninguna novedad. La remuneración actual va desde los 25.000 a los 28.000 pesos, según la antigüedad. Hay dos personas con 30 años de servicio, uno con 28 y el resto tiene una década en la fábrica.

En 2017 había 17 operarios, apenas queda la mitad. La mayoría se fue porque no puede esperar una reactivación que nunca llega.

“La preocupación es que no arranca. Está muy complicado, ya hace más de cinco años que los empleados están cediendo. Ellos siempre ceden para que la empresa mejore. Los empleados tienen ganas de trabajar y quieren ponerse a producir. Vienen pasando penas. Cedieron para no hacerle juicio a la empresa, para que los nuevos socios no se encuentren con eso, para no ponerles palos en la rueda”, explicó López.

Sobre los dueños actuales de la embotelladora afirmó que no han ido hasta la localidad.

Planteó la necesidad de que se conserven las fuentes laborales ya que eso “descomprime” a la comisión de fomento, que no está en condiciones de contratar personal. “Estamos pidiendo que se respete el sueldo de los empleados que hoy hay, que ellos puedan tener un buen pasar porque trabajan cuatro horas y después se la pasan changueando, de lado a lado, porque con 20.000 pesos no alcanza”, remarcó.

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