Así lo aseguró ayer, míercoles, el rabino Shmuel Levín, líder espiritual y político del Bloque Unido Religioso que gobierna la AMIA, a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
La imagen de Cohen Sabban se habría fortalecido tras “poner la cara” en medio de licencias varias y pronunciar con cierta solvencia el siempre difícil discurso por el aniversario del atentado a la AMIA, el 17 de julio pasado, aseguraron fuentes cercanas al rabino. Sin embargo a tres meses de la asamblea hay 3 candidatos, buscan un cuarto y asomaría un quinto.
Paralelamente a lo expresado por el rabino Levin, es ampliamente conocido que se conformó un lobby integrado por entidades sociodeportivas, ortodoxas y conservadoras que, con cierto optimismo, busca al postulante “justo”, alguien modesto y consensuado que se deje acompañar por un equipo. Llamada la "Mesa de Hebraica" liderada por el presidente de dicha institución, Diego Dinitz sigue activa y trabajando para lograrlo.
Por otro lado si Julio Schlosser, Jorge Knoblovits y Ariel Cohen Sabban no logran una única lista ,un importante dirigente también se lanzaría al ruedo.
Concretamente a tres meses de la Asamblea Electoral de la DAIA que elegirá a las nuevas autoridades de la entidad por los próximos tres años hay tres candidatos firmes y oficializados, más la Mesas de Hebraica que busca a un cuarto e incluso asomaría un quinto si no hay consenso.
El postulante original, y que decía ser “número puesto”, era el entonces vicepresidente 1º, Waldo Wolff, quien en 2012 había acordado con el titular de la institución, Julio Schlosser, que éste le “heredaría” el cargo al término de su mandato.
Pero tras su renuncia a la DAIA y a sus aspiraciones comunitarias para incursionar en la política nacional como pretenso diputado nacional del Pro por la Provincia de Buenos Aires, la carrera electoral se abrió para quienes lo apoyaban y se fortaleció para quienes lo rechazaban.
Wolff iba a encabezar una fórmula con el actual secretario general, Jorge Knoblovits, quien al producirse su alejamiento entendió natural ser el candidato de ese sector, presumiblemente mayoritario.
Pero para su sorpresa, Schlosser decidió buscar la reelección, ya que sin su sucesor designado, su compromiso resultaba abstracto.
Éste asegura que su acuerdo era con Wolff, y Knoblovits, que el pacto era con el Nuevo Modelo Comunitario, agrupación multilateral que se había conformado para que el ex vice fuera el nuevo presidente de la DAIA, pero que después optó por acompañar a Schlosser.
He aquí la disputa entre los actuales titular y secretario general de la DAIA.
Por su parte, la gente de Knoblovits desliza que habría gente que vería con buenos ojos una reelección y desde su bunquer asegura con mucho optimismo que cuenta con el apoyo de las sociodeportivas y el interior.
Paralelamente, el ex dos veces tesorero Ariel Cohen Sabban, quien actualmente desempeña ese mismo cargo en la AMIA, parece haberse cansado de los números y de recaudar para otros y quiere ser él mismo presidente, más aún con reciente apoyo de la ortodoxia, sociodeportivas y el hitórico establishment de la DAIA. De hecho, el rabino Shmuel Levín, líder espiritual y político del Bloque Unido Religioso que gobierna la AMIA, ratificó hoy que es el candidato del BUR.
Éste tiene a su favor una aparentemente buena gestión al frente del Vaad Hakehilot (Federación de Comunidades Judías de la República Argentina), lo cual le permitiría contar con el apoyo de las filiales del Interior, que suelen votar en bloque.
En su reunión mensual, el Consejo Federal de la DAIA recibió a los tres y si bien a todos les deslizaron su respaldo, crecen los rumores de que habrían elegido a Knoblovits.
Por otra parte, la proclamada amistad entre Schlosser y Cohen Sabban podría llevar a que éstos se unan, aunque restaría definir los cargos.
El actual secretario de la DAIA, que se siente apoyado por las sociodeportivas, también se muestra dispuesto al consenso, pero el problema es que más allá de lo que dicen, ninguno acepta -por ahora- declinar su candidatura a la presidencia.
En general, los tres dicen tener el apoyo de la misma gente, si bien no la individualizan, lo cual ya de por sí excede todo comentario...
Así transcurría la vida política comunitaria hasta que en la primera quincena de mayo se produjo una “cumbre” impensada: Levín recibió en su ieshivá Jafetz Jaim al presidente de la Sociedad Hebraica Argentina, Diego Dinitz, y empezaron a delinear una alternativa, que este último reveló parcialmente una semana después, en medio de un fuerte cuestionamiento a “la estructura comunitaria” en su discurso en ocasión de la entrega de distinciones a dirigentes de diversas entidades.
Según pudo reproducir la Agencia Judía de Noticias (AJN) de fuentes muy involucradas, días después se reunió por primera vez lo que se ha dado en llamar “La mesa de Hebraica”, en el Café Literario de la institución, el germen de un lobby integrado por entidades sociodeportivas, ortodoxas y conservadoras que con cierto optimismo busca al postulante “justo” para la DAIA, alguien “bueno para la comunidad”, modesto y consensuado, que se deje acompañar por un equipo. Esta persona no será el propio Dinitz, quien se quedará en Hebraica, según aclaró.
Allí habrían estado el dueño de casa, los presidentes de FACCMA, Javier Veinberg, y del Seminario Rabínico Latinoamericano, Miguel Toimaher, y los representantes de Levín Agustín Zbar y Ariel Eichbaum. Al mes siguiente, y ya por segunda vez, “la mesa” se habría ampliado con dirigentes de sociodeportivas sefaradíes y el titular de Mercaz, brazo político del Movimiento Conservador, Edgardo Band, entre otros.
El mayor cuestionamiento a la actual gestión de la DAIA es su confrontación con el gobierno nacional y su manejo de las relaciones con el poder público.
El 13 de julio, Dinitz y Levín volvieron a reunirse en la ieshivá para ratificar el camino.
De todos modos, Levin aclaró hoy a AJN que no es “el dueño de esa mesa” y que la abandonaría “en el momento que decidan algo que no ayude a rearmar la comunidad”.
En cambio, “si llega a aparecer alguien nuevo, que pueda traer unión, puede ser que veamos de otra forma” la candidatura de Cohen Sabban, que por ahora respalda, aclaró sin disimular su escepticismo al respecto.
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También en estos días se pretende consensuar al próximo presidente de la AMIA.
Levin no dudó en expresar hoy a esta agencia que "la Kehilá es otro sistema (de elección de autoridades) y allí vamos a luchar para que el candidato sea del BUR, por motivos de principios y fundamentos que necesitamos tener” y que tienen que ver con la conservación en sus mandos del cementerio y el rabinato, fundamentalmente..
En este sentido, suben y bajan las “acciones” de dos firmes candidatos: Zbar, que hace tiempo sabe de su posibilidad de llegar al sillón de la AMIA y el ex presidente Guillermo Borges,que volvió a sonar en los últimos días, aunque cabe recordar que hasta ahora el BUR nunca eligió como presidente a las personas que sonaban para el cargo…
Y como si cuatro fueran pocos, hace varias semanas que se rumorea que un importante dirigente, que ha ocupado un alto cargo en una institución central de la comunidad, espera a ver si entre Schlosser, Knoblovits y Cohen Sabban acuerdan una “lista de consenso” porque, en caso contrario, él mismo se presentaría como el quinto candidato a la DAIA o parte del futuro armado político.
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