Ejecutivo invoca buen comienzo de la “nueva era SAT”

Ejecutivo invoca buen comienzo de la “nueva era SAT”

Hoy comienza a regir el nuevo servicio de transporte urbano en la ciudad. Con un sistema compuesto por ramales y troncales, prometieron mayor cantidad de frecuencias y unidades. Oposición, atenta a posibles falencias para apuntar contra el llamosismo.

Por Julieta Fernández

Desde varios canales de comunicación, el Municipio insistió en recordar a la ciudadanía que a partir de hoy comienza a regir el nuevo servicio de transporte urbano. A un mes de terminar el año, el desafío que enfrenta el Ejecutivo Municipal es similar a una “prueba de fuego”. El eje Servicios Públicos (especialmente Transporte e Higiene Urbana) es uno de los predilectos de Juntos por Río Cuarto a la hora de tratar de exponer los “puntos débiles” del llamosismo. Aún más si eso implica desalentar el fin de año calmo que necesita el intendente para iniciar el 2023 electoral con el pie derecho. Es esperable que la primera minoría, con el precandidato radical Gonzalo Parodi a la cabeza, mantenga las antenas encendidas ante cualquier traspié que pueda darse en medio del “período de prueba” del nuevo sistema.

Los cambios en la estructura del sistema se sentirán desde el primer minuto, con unidades que ya no llevarán números sino letras: cuatro troncales (del A al D) y catorce ramales (del E al Q). Además, buena parte de los viajes demandarán la utilización del trasbordo. Habrá dos centros para este fin: uno en Plaza Roca y otro en Banda Norte. El gobierno municipal recomendó que los usuarios acudan a la app riocuartobus.com para informarse sobre los nuevos recorridos y la nueva modalidad del servicio. Es que la nueva modalidad romperá con un sistema instaurado durante décadas y que, más allá de lo formal, implicará un proceso de adaptación de los usuarios. En contraparte, el llamosismo pretende tener un cierre de año calmo que logre seguir posicionando al intendente en la carrera por el segundo lugar de la fórmula para la gobernación.

En materia de transporte, la oposición ha tratado de pisarle los talones al oficialismo, especialmente desde el inicio de la segunda gestión Llamosas. El cese de la prestación del servicio (sin esquema de emergencia) durante los primeros días de la pandemia de covid-19, el retorno posterior del servicio con una menor cantidad de líneas y frecuencias y la aplicación de un esquema de subsidios mensuales aportados por el gobierno municipal fueron algunos de los acontecimientos que “exprimieron” desde Juntos por Río Cuarto para arremeter contra el Ejecutivo Municipal. Incluso lograron ganar algunas batallas como la realización de una audiencia pública del Gran Río Cuarto que tuvo el consenso del bloque Hacemos por Córdoba.

Cabe repasar la serie de hitos que colocaron al Transporte en el centro de la agenda llamosista durante buena parte del año. El 2022 trajo consigo la promesa que había realizado el secretario de Servicios Públicos, Marcelo Bressán, a comienzos del año pasado: el gobierno de Llamosas sería el primero en llamar a licitación para la prestación del servicio. El acontecimiento, calificado como “histórico” tuvo lugar este año y desde la instancia de apertura de sobres comenzó a exhibir tensiones entre la firma local y la empresa puntana SolBus (que incluso acudió a la Justicia por considerar que su adversaria no cumplía con todos los requisitos expuestos en el pliego de bases y condiciones). Sin embargo, la recomendación de la mayoría de los miembros de la comisión evaluadora, a excepción de JpRC, derivó en que el intendente Llamosas adjudicara el servicio a la firma riocuartense.

Aunque el capítulo Transporte parecía cerrado hasta el año próximo, la presión ejercida por la empresa local a comienzos de octubre puso al Municipio entre la espada y la pared. El paro de choferes nucleados en AOITA (por la falta de pago del aumento acordado con la patronal) duró 72 horas. La empresa argumentó la falta de pago a partir de la crisis socioeconómica que atraviesa el rubro. Con mensajes con un tinte hasta “amenazador” (que contemplaban la posibilidad de no firmar el nuevo contrato), la firma logró torcer el brazo del Municipio, que incrementó el monto del subsidio mensual en $27 millones para los últimos tres meses del año.

24 horas después del arribo de la “nueva era SAT”, Marcelo Bressán será consultado por varias cuestiones en el marco de su informe anual 2022 en el Concejo Deliberante. Allí, es probable que asome cierto lado “carroñero” de JpRC y que podría sustentarse en la prueba piloto del nuevo servicio.

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