Dramático cambio en el PAMI y sus cartillas

Dramático cambio en el PAMI y sus cartillas

Esta medida afectará a 4,8 millones de afiliados en todo el país. De qué se trata esto y cómo se va a implementar.

 A poco menos de un mes de sus polémicas vacaciones por el Caribe y como parte de la estrategia de recomponer la imagen de la directora Ejecutiva del PAMI, Luana Volnovich, anunció con el apoyo del presidente Alberto Fernández cambios radicales en el PAMI y sus cartillas de prestaciones medicas.

Esta medida afectará a 4,8 millones de afiliados en todo el país.

Lo primero que hay que saber es que la asignación de médicos de cabecera continuará, pero que se incorporará una nueva oferta de profesionales especialistas y centros de diagnósticos por imagen de preferencia, la idea es que esto facilite el acceso a turnos y garantice una mejor calidad de atención al afiliado, pero podrá mejorar la calidad de atención  y achicar el plazo de los turnos.

Tratemos de sintetizar, a partir del jueves 10 de marzo todas las intervenciones y todos los estudios cardiovasculares de alta complejidad para afiliados del Pami cambian a partir de una recategorización de los prestadores es decir hay una redistribución y reducción de los centros que brindan determinados tratamientos en algunas zonas,  es decir:

Van a recategorizar a los centros de salud según tres categorías: A que van a ser aquellos que van a poder realizar estos estudios de alta complejidad;  los de categoría B, que solo estarán autorizados para realizar diagnósticos y angioplastías y por último los de categoría C habilitados solo para la instancia de diagnóstico. Antes de los cambios no existía esta discriminación. 

Con buen criterio y anticipación a estas medidas el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (Caci) envió una carta a Luana Volnovich, directora del Pami, para que reconsidere la decisión, dado que si bien desde el Gobierno consideran que es un beneficio para los afiliados, los prestadores que integran el Colegio Argentino de Cardiólogos intervencionistas ya comienzan a señalar los perjuicios que sufrirán en la atención los propios jubilados que necesitan con urgencia estás prestaciones.

Para aclarar y fundamentar en números diremos que en el país hay unas 350 salas de hemodinamia, de las cuales entre 260 y 280 eran hasta ahora prestadoras full, esto significa que estaban habilitadas a realizar cualquier tipo de tratamientos e internación, lo que sería en la nueva restructuración la categoría A, pero esa cantidad se ha reducido, según afirman los prestadores, “a menos de la mitad” y tal vez a un número menor, porque los centros se recategorizaron en 3 categorías, A,B,C, para ser concretos, los jubilados deberán ir a PAMI a autorizar su estudio para que les designen el centro de la categoría que le corresponda.

Pero lo más grave de todo estos cambios es que el centro de salud es el que se debe ocupar de presentar la documentación para llegar a obtener los requisitos para su recategorización, que tenía un plazo límite del último día de febrero, por tal motivo algunos centros que asistían en estas prestaciones al PAMI no llegaron a cumplir con este requisito y no se encuentran hoy recategorizados ni en cartilla.

Cómo se refleja este cambio que introdujo PAMI de la mano de su directora Luana Volnovich en el presente: todos los turnos asignados para el mes de marzo que tenían los jubilados para estos estudios de alta complejidad se tienen que reprogramar desde la página de PAMI o desde las oficinas de PAMI.

Porque muchos centros no llegaron a obtener una recategorización debido a que no pudieron hacer los trámites en  tiempo y forma y/o no lograron la recategorización que cumpla con el requerimiento del estudio que necesitaba hacerse el afiliado.

Volnovich desde Casa Rosada, aseguró que dieron “el paso más importante en los 50 años de la historia de PAMI’’, según sus propias palabras ahora funcionará como una prepaga.

“Nunca más a las esperas de meses y meses esperando el turnos” decía. Pero la realidad del jubilado es otra... todos los turnos que ya tenían asignados para marzo se cayeron... turnos que esperaron meses.

Los jubilados enfermos de patologías cardiovasculares que requieren estudios e intervención inmediata, van a tener que ir al médico de cabecera para que le hagan nuevamente la orden para la interconsulta con el cardiólogo y para que el cardiólogo le  haga nuevamente las órdenes para los estudios de alta complejidad y con estas nuevas órdenes acercarse a las oficinas de PAMI y desde allí les autoricen el centro que le corresponde por la nueva recategorización y/o se lo cambien para luego de toda esta burocracia, solicitar un nuevo turno, que seguramente va a ser para dentro de dos meses o quizás más.

Así está es nuestra tercera edad, totalmente desorientada y desprotegida.

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