Detectan alarmantes cantidades de residuos plásticos en la costa rosarina

Detectan alarmantes cantidades de residuos plásticos en la costa rosarina

Investigadores de la UNR hallaron valores de microplásticos similares a los de Shanghai, la ciudad más poblada de China.

Por Carina Bazzoni

La bajante del Paraná dejó expuestas toneladas de residuos en las costas: neumáticos, envases, botellas que normalmente permanecen ocultos en el lecho del río. Sin embargo, investigadores de la Plataforma Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) advirtieron también sobre la contaminación que no se ve. En la ribera rosarina detectaron altos niveles de microplásticos, unos 1.150 por cada kilogramo de arena, valores superiores a los hallados en las costas de Shanghai, la ciudad más poblada de China.

La contaminación con plásticos de los lechos del río es un fenómeno que se convirtió en objeto de estudio hace pocos años. Sobre todo a partir de conocer sus consecuencias, por ejemplo, la presencia de microplásticos en el sistema digestivo de peces como el sábalo o las consecuencias de los macroplásticos en especies de fauna silvestre que habitan las costas.

Como si levantara una alfombra, la prolongada bajante que atraviesa el Paraná volvió a visibilizar la magnitud de este problema. De acuerdo a una investigación realizada en la costa norte, la presencia de plásticos en la ribera adquiere “niveles preocupantes”, según advierte Clara Mitchell, ingeniera Industrial e integrante de la plataforma de estudios ambientales de la UNR, donde desarrolla proyectos de investigación relacionados con la contaminación plástica.

Junto a otros profesionales, en 2018 pusieron en marcha un trabajo para detectar y clasificar los residuos plásticos encontrados en las playas de la costa de la ciudad y de las islas que se despliegan cruzando el río. Los resultados del trabajo fueron publicados en una revista internacional dedicada a estos temas (la ESPR, por las siglas en inglés de Envirommental Science and Pollution Research).

“Hay mucha información y mediciones sobre lo que sucede a nivel marítimo con la contaminación por plásticos, pero sabemos muy poco sobre cómo están impactando los plásticos en ambientes de agua dulce y, mucho menos, en los ríos del país”, advirtió Mitchell. Y los hallazgos fueron preocupantes.

Las muestras se tomaron sobre la superficie (unos tres centímetros de profundidad) de la arena de la costa de tres playas de la ciudad y tres de la isla que cumplían con los requisitos del estudio: que fueran áreas que no tuvieran limpieza diaria (como la Florida o la rambla Catalunya) y que tuvieran una extensión de más de 50 metros.

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Así se determinaron seis espacios para investigar: la playa del camping municipal, en el parque Alem; la que se extiende por debajo de los muelles de Costa Alta y un tercer lugar más al norte, en Granadero Baigorria. Del otro lado del Paraná, el trabajo se realizó en el islote de Los Mástiles, en un sector de playa frente al Museo de Arte Contemporáneo y en el banquito San Andrés, frente a La Fluvial.

Los valores de plástico detectados fueron mayores en la costa de Rosario. Entre los macroplásticos (aquellos que miden más de dos centímetros y medio, el tamaño de una tapita de gaseosa) se encontró un objeto cada dos metros cuadrados de arena. En cuanto a los mesoplásticos (de entre 2,5 centímetros y 350 micrones) se encontraron 14 por metro cuadrado.

La sorpresa llegó con el recuento de los microplásticos. Hallaron más de 18.500 microplásticos por metro cuadrado de arena, solo excavando los primeros tres centímetros de profundidad. Analizados bajo un espectrómetro infrarrojo pudieron determinar que eran de polietileno y que provenían de la fragmentación de plásticos más grandes.

“La situación es preocupante”, destacó Michell y si bien aclaró que aún no existen escalas establecidas en función de la cantidad de residuos plásticos encontrados, sí pueden hacerse comparaciones con otras ciudades.

“Si tomamos la cantidad de microplásticos por kilogramo de arena seca, en el área de Rosario tenemos 1.145, mientras que en los ríos de Shanghai se encontraron 802. Considerando que Shanghai es una de las ciudades más pobladas del mundo y que aquí encontramos más microplásticos, se ve que la situación es grave”, apuntó la especialista.

“La mayoría son productos descartables que se tiran”

La investigación permitió corroborar también otra hipótesis, en la isla se hallaron menores valores de contaminación plástica, lo que demuestra el efecto de las ciudades en los bordes de los ríos.

“Todo lo que está dando vuelta en la ciudad va a terminar en el río”, expuso la investigadora e integrante de la plataforma de estudios ambientales de la UNR, Clara Mitchell, y advirtió que al ser el Paraná un río tan extenso detectaron desechos provenientes de otras grandes ciudades y países de la cuenca.

“La mayoría son productos descartables, de esos que se usan unos minutos y se tiran, lo que demuestra que una gran parte del problema son nuestros hábitos de consumo. Pero no se trata de una acción individual de reemplazar descartables por el túper o la bolsa camiseta por la ecobolsa, sino que necesitamos legislación que ayude a resolver esta problemática (como las que fomentan la disminución en la utilización de plásticos de un solo uso, o leyes de responsabilidad extendida del productor a nivel nacional que promueven que las empresas se responsabilicen por el tratamiento de sus envases) o acciones para erradicar basurales a cielo abierto, principalmente aquellos en zonas inundables”, apuntó la investigadora de la UNR.

Y suma un dato, solo en los últimos quince años a nivel mundial se duplicó el uso de plástico. Y la mayor parte de este volumen lo representan los elementos descartables.

De allí que se hace necesario avanzar con velocidad en legislaciones que impidan o regulen la producción de elementos descartables plásticos de modo tal que esos elementos no se vuelquen luego al medio ambiente.

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