Monseñor dio su mensaje de Nochebuena en la primer misa del Gobierno de Uñac,, llevada a cabo en los jardines de Casa de Gobierno. Hubo un saludo especial para el diputado José Luis Gioja, exgobernador.
La primer misa de Navidad del nuevo gobierno que encabeza Sergio Uñac se llevó a cabo en la tarde de ayer, en los jardines de Casa de Gobierno.
Como cada diciembre, autoridades provinciales, legislativas y de las fuerzas de seguridad se reunieron para conmemorar de antemano la Nochebuena.
En esta oportunidad, Monseñor Alfonso Delgado quien ofició la celebración religiosa pidió “ser misericordioso como es el Padre, de la mano de la verdad, la justicia y el amor profundo, curando las heridas del corazón”.
Antes de comenzar con la Palabra, Delgado saludó al primer mandatario provincial y especialmente a su “amigo”, el diputado nacional y exgobernador, José Luis Gioja, en un momento especial para él por tratarse de la primer misa que presencia como legislador y después de haberlo hecho durante 12 años como jefe del Ejecutivo Provincial.
El Arzobispo recordó que hace dos años hubo una encuesta general en Argentina, en la cual se consultaba a los habitantes de este país cuál era el rasgo que más llamaba la atención de Jesús y el 90% respondió “su misericordia”.
“Esto significa amor compasivo, que limpia, que cura, que perdona y nos levanta, nos abre el horizonte de lo que puede ser nuestra vida sirviendo a los demás”, dijo el jefe de la Iglesia Católica de San Juan, ante la mirada atenta de todos los funcionarios que escuchaban su mensaje.
Seguidamente, Delgado pidió “ser destinatarios de tanta misericordia de Dios para ser su reflejo, en todas las gamas de poder hacer el bien en la sociedad”.
“Dios nos busca a todos”, aclaró, sin hacer diferencias entre las religiones ni creencias.
“La misericordia de Dios es más grande que todos los pecados juntos, El nos busca para limpiarnos y convertirnos en personas que lo hacen cada vez mejor”, indicó Monseñor y pidió a los presentes “trabajar así en ámbitos que tienen tanta responsabilidad”.
“San Juan tiene montañas hermosas y algunos glaciares que tienen grietas que a veces no se notan, separan y es peligroso caer allí. También en la precordillera hay zonas con grietas profundas que es difícil pasar, aunque sea tres metros. Si uno se descuida, también puede caer en esa grieta”, reflexionó el Obispo.
Para evitar “caer” en estas grietas, aconsejó “construir puentes”.
“San Juan ha visto en estos últimos años nacer puentes que nos han unido más como la Ruta 150 que todo conocemos, esos puentes que sortean las grietas”, expresó el religioso.
Alfonso Delgado recomendó a los políticos de San Juan, “cuidar a las familias”.
“Amor a la sociedad es hacer puentes donde pueden haber grietas, sembrar paz donde puede faltar, mirando siempre el bien de la población, que es el camino de la paz y de la responsabilidad sociedad”, añadió.
Por último, remarcó la necesidad de “hacer puentes del bien para los 40 millones de argentinos y miles de sanjuaninos que dentro de poco será unos cuantos más”.
“Pedimos que San Juan siga siendo esa tierra de paz, de amistad social y de entendimiento y que ese clima de puentes no sea para lucirnos sino para construir la paz social y los puentes que necesita todo nuestro país”, puntualizó.
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