"No se dejen robar la esperanza y la alegría"

El Papa Francisco dedicó buena parte del Ángelus a los miles de migrantes que ayer llenaron la plaza de San Pedro en su día.

El papa Francisco instó a los migrantes "a no dejarse robar la esperanza y la alegría de vivir". El Sumo Pontífice hizo esa referencia, que curiosamente coincide temporalmente con la noticia del negociado de los traficantes de desplazados que buscan un lugar en Europa, durante el habitual Angelus ante siete mil extranjeros presentes en la Plaza de San Pedro, justamente  en el Día Mundial del Migrante y el refugiado. Justamente muchos de ellos asistieron con banderas de sus países y las agitaron en un clima de mucha emoción, en el momento en que Francisco se dirigió a los fieles desde el balcón.

"La esperanza de ustedes en esta plaza es señal de esperanza en Dios. No se dejen robar la esperanza y la alegría de vivir, que surgen de la experiencia de la divina misericordia, también gracias a las personas que los reciben y ayudan", afirmó el pontífice argentino. Luego, en otro párrafo de su alocución, afirmó con énfasis: "Estoy honrado de saludar con gran afecto a las comunidades étinicas acá presentes. Todos ustedes provienen de varias regiones de Italia, especialmente de Lacio (NdR: a la cual pertenece Roma)". Finalmente, volvió a recordar la problemática de quienes deben dejar su tierra para buscar nuevos horizontes. "Cada uno de ustedes lleva consigo una historia, una cultura, valores preciosos, y a menudo lamentablemente también experiencias de misericordia, de opresión, de miedo", dijo el Papa Francisco. Y cerró esa parte de su prolongado discurso cuando volvió a brindar un mensaje de esperanza: "El paso de la Puerta Santa y la misa que dentro de poco vivirán, les llena el corazón de paz. Agradezco a los detenidos de la cárcel de Opera, por el don de las hostias elaboradas por ellos mismos y que serán usadas en esta celebración".  El tema de los migrantes ocupa los principales motivos de preocupación y de gestión de los más importantes mandatarios del continente europeo, por las crecientes tasas de delincuencia y los costos de acogerlos.

El Papa también rezó por las víctimas del atentado del viernes cometido en Burkina Faso, donde murieron más de 20 personas. Y se dirigió a los presentes en la plaza para pedirles un acompañamiento. "Los invito todos juntos a dirigir a Dios una oración por las víctimas de los atentados registrados en los últimos días en Indonesia y Burkina Faso. El Señor los reciba en su casa, y sostenga el compromiso de la comunidad internacional para construir la paz", afirmó.  

Visitó una sinagoga 

El papa Francisco visitó por primera vez en su pontificado el Templo Mayor de Roma, la principal sinagoga de la capital, desde donde defendió "que la violencia del hombre sobre el hombre se contradice con cualquier religión". Como ya hicieron sus predecesores, después de la histórica primera visita de Juan Pablo II el 13 de abril de 1986 y la de hace justo hoy seis años de Benedicto XVI, Francisco se acercó hoy al barrio judío de Roma testigo de deportaciones masivas en 1943, y también de un atentado de un comando palestino que se cobró la vida de un niño de dos años en 1982. "La violencia del hombre sobre el hombre está en contradicción con cualquier religión digna de ese hombre, en particular con las tres religiones monoteístas", dijo Francisco en su discurso a la comunidad judía de Roma. 

Sponsors para su viaje a México 

Grandes consorcios empresariales mexicanos o con filiales en este país patrocinarán la visita del Papa, según informó el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano. El funcionario que agrupa a los obispos del país, Eugenio Lira, señaló que se trata de firmas dispuestas a aportar para esta misión pastoral "sin pedir nada a cambio". Entre las compañías auspiciantes figura la multinacional automotriz estadounidense Chrysler, que aportará los cinco papamóviles donde se moverá el pontífice, la empresa de panificación Bimbo, y el Grupo Carso, del magnate Carlos Slim.

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