Ya dejaron de operar 2.500 súper chinos: los dueños consumen su propia mercadería

Ya dejaron de operar 2.500 súper chinos: los dueños consumen su propia mercadería

Entidades del sector aseguran que los proveedores sólo garantizan abastecimiento a las grandes cadenas. La venta en estos autoservicios cayó al menos 40%

La cuarentena establecida para contrarrestar la expansión del coronavirus, sumada al parate productivo derivado de la misma medida oficial, viene cobrándose la vida de infinidad de pequeños comercios a lo largo de toda la geografía nacional.

En ese contexto, los supermercados chinos aparecen como una de las "víctimas" más visibles de una actividad económica reducida a la mínima expresión en prácticamente todos los ítems.

Caída masiva en la afluencia de clientes y desabastecimiento por menor actividad de proveedores colocaron en situación de "crac" a un porcentaje creciente de autoservicios asiáticos establecidos en Ciudad de Buenos Aires, el conurbano, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Chaco y Santiago del Estero, por mencionar algunos distritos.

Desde las organizaciones que nuclean a esos emprendimientos indicaron a iProfesional que, sólo desde que se impuso el aislamiento oficial hasta hoy, dejaron de operar alrededor de 2.500 supermercados. En concreto, alrededor del 20 por ciento de las bocas comerciales que operan bajo control de empresarios orientales.

La mitad de los cierres, indicaron desde la cámara CEDEAPSA, se concentra en Capital Federal y el conurbano bonaerense. En esa porción se distribuye prácticamente la mitad de los autoservicios chinos con presencia en la Argentina. Desde la entidad señalaron que también en este período de aislamiento total la comercialización cayó cuanto menos un 40 por ciento.

Como particularidad, se expuso que a partir de los cierres por faltantes de determinados productos de gran demanda y la merma en la afluencia de clientes, muchos de los dueños de los comercios comenzaron a consumir la mercadería propia en góndola como alternativa a la falta de ingresos.

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"Los cierres se extendieron con mucha rapidez, en principio por el miedo al contagio y luego ya por la falta de mercaderías. A eso se le agregó que la gente dejó de ir al supermercado tanto por la cuarentena como por el 'stockeo' previo a la medida del Gobierno. Se volvió imposible seguir operando para muchos de los puntos de venta", dijo a iProfesional Yolanda Durán, titular de CEDEAPSA.

"Como los propietarios no tienen caja, bueno, comenzaron a directamente consumir lo que quedó dentro de los mismos supermercados. En esta pandemia sólo tenemos perdedores. Sólo los que tienen algo más de mercadería en depósito se mantienen abiertos. Por otro lado, como la mayoría son emprendimientos familiares el cierre, que confiamos será temporal, no implica tener que impulsar despidos", añadió.

No hay mercadería

La merma en las entregas de los proveedores, sostuvo la directiva, aparece como la variable con mayor incidencia en los cierres acentuados en estos días tras la explosión local del coronavirus.

"Primero desaparecieron los productos de las granjas. Hoy es prácticamente imposible ubicar un comercio que esté vendiendo huevos. En los supermercados chinos con verdulerías o carnicería también pasa lo mismo. Se dejó de entregar mercadería por lo que directamente hubo que interrumpir la venta de ese tipo de productos", precisó.

Durán también destacó un desabastecimiento importante en lo referente a productos lácteos y también bebidas. Señaló que, sobre todo en el interior del país, la mayoría de los puntos comerciales sólo tienen stock de determinados artículos "larga vida" aunque también sin reposición.

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En torno a los supermercados chinos prevalece la idea de que los principales proveedores mantienen como prioridad la entrega de mercaderías a las grandes cadenas. Y destacan la nula intervención del Gobierno para modificar un escenario que, pronostican, provocará muchos más cierres de comercios a partir de la extensión de la cuarentena.

"Si bien muchos proveedores también funcionan al día, los emprendimientos chicos nunca tienen protagonismo en situaciones como esta. Si el aislamiento se prolonga más allá de Semana Santa, no sé de qué vamos a vivir. Lo que viene es un endeudamiento alto por la imposibilidad de pagar impuestos o alquileres. Nuestra gente también necesita comer", enfatizó la entrevistada.

Créditos, no

Consultada respecto de la posibilidad de tramitar líneas de crédito, como evalúan actores de la actividad como la gastronomía, Durán sostuvo que los supermercados chinos "no pueden enfrentar una tasa del 24 por ciento".

"Sólo sería de ayuda si lográramos préstamos al cero por ciento. Pero la realidad es que, a raíz de esta cuarentena, ni siquiera hemos podido hablar con un solo banco. Es llamar para que directamente te atienda una máquina. Recuperar las ventas es lo único que puede sacar adelante al sector. Pero para eso necesitamos contar con mercadería y que la gente retome la compra en algún momento", aseguró.

En el seno del supermercadismo asiático reconocen que, a partir de establecido el aislamiento, los precios en góndolas iniciaron una fuerte escalada.

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Señalan que los lácteos incrementaron su valor entre un 5 y un 9 por ciento desde mediados de marzo a esta parte. Y que la carne y el azúcar, con subas del 20 y 30 por ciento respectivamente, lideran la nómina de los artículos con aumentos potenciados.

"Los productos para la limpieza, a partir de los casos de coronavirus, también empezaron a llegar con subas importantes desde los proveedores. En algunos casos, con incrementos de por lo menos un 10 por ciento respecto del precio de meses como febrero. La lavandina es un caso", expresó Durán.

En el segmento de los autoservicios señalan que, en simultáneo con la baja de persianas que evidencian los comercios asiáticos, los almacenes barriales distribuidos sobre todo en el conurbano bonaerense también comenzaron a cerrar determinados días de la semana por faltante de mercadería. Lo mismo corre para verdulerías y carnicerías, que en algunos casos incluso acotaron a una determinada cantidad la compra de, por ejemplo, huevos o pollo.

Precios vigilados

Más allá de la situación expuesta desde el empresariado asiático, lo cierto es que el Gobierno salió a profundizar las medidas ya tomadas para evitar los aumentos en los precios y asegurar el abastecimiento de mercadería en las grandes cadenas de supermercados y autoservicios mayoristas, almacenes, mercados, mini mercados farmacias de todo el país.

La decisión fue tomada luego de haberse analizado los resultados que dieron los controles y las inspecciones llevadas a cabo en esta última semana que pasó por parte de inspectores de la Secretaría de Comercio Interior y de funcionarios de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

Entre las nuevas medidas se destacan la obligación de publicar en todas sus sucursales los listados de los entre 1.500 y 2.000 productos divididos en 50 categorías que fueron incluidos en la obligación de bajar sus precios al 6 de marzo pasado, como los del alcohol en gel, cuyo valor no podrá superar el que tenía al 15 de febrero.

A esto se le sumará la profundización de las sanciones que se aplicarán a los comercios que no cumplan con estas medidas dispuestas por el Ministerio de Desarrollo Productivo para establecer límites a los excesos que se advirtieron en el marco de la pandemia del coronavirus.

En este punto, fuentes oficiales adelantaron que las penas serán cada vez más duras, no solamente monetarias sino también penales. Aseguran que aplicarán los máximos permitidos por la Ley de Defensa del Consumidor que permite hasta 20 millones de pesos en multas, prisión de cinco años para los responsables y también la caducidad de los permisos para operar.

 

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