El cura Eduardo Lorenzo se quitó la vida en la sede de Cáritas

El sacerdote enfrentaba cinco denuncias por abusos sexuales cometidos a chicos y adolescentes en la ciudad. Había sido apartado de su cargo al frente de la parroquia que manejaba y este lunes la jueza Marcela Garmendia había ordenado su detención.

De acuerdo con las primeras precisiones, el párroco, acusado de al menos cinco casos de abuso sexual cometidos entre 1990 y 2008, se quitó la vida en la pensión de Cáritas donde se encontraba alojado. Lorenzo había sido desplazado por el Arzobispado de La Plata de la Parroquia Inmaculada Madre de Dios, en Gonnet; y este lunes la jueza a cargo de la causa había ordenado su detención, aunque la medida había quedado en suspenso y debía ser resuelta por la Cámara de Apelaciones.

Fuentes judiciales confirmaron la noticia y agregaron que la Policía trabaja en 4 entre 49 y 50, donde se encuentra la sede central local de la alianza humanitaria que pertenece a la Iglesia Católica y fue hogar, hasta ahora, del sacerdote.

Este lunes la situación judicial del párroco había quedado aun más complicada cuando la jueza Garmendia ordenó su detención, luego de conocerse los resultados de las pericias psicológicas realizadas al acusado. El análisis de la Oficina Pericial Forense bonaerense realizado a Lorenzo, acusado por el delito de “abuso sexual con acceso carnal” a al menos cinco jóvenes, concluyó que presenta “rasgos psicopáticos, perversos, narcisistas y obsesivos”.

La medida, sin embargo, había quedado en suspenso, a la espera de la decisión de la Cámara de Apelaciones, ya que la defensa a cargo de los abogados Miguel Molina Alfredo Gascón Cotti había interpuesto un pedido de eximición de prisión.

El abogado que representa a las víctimas, Juan Pablo Gallego, advirtió, en tanto, que "cada minuto de demora en la efectiva detención de Lorenzo agrega un capítulo de escándalo en la justicia platense". "La jueza Garmendia finalmente, tras decenas de pedidos de detención por parte de la querella y la fiscalía, dispuso la detención; sin embargo no la ejecuta y la eleva a cámara agravando el riesgo de fuga y el peligro concreto de que Lorenzo eluda la investigación", había dicho el letrado a los medios.

Este lunes por la noche ese temor acabó por confirmarse. El cura se quitó la vida y evitó así enfrentar los cargos por los que era acusado por al menos cinco jóvenes.

Los cinco hombres que denunciaron al prelado declararon ante la fiscal del caso Ana Medina y describieron un mismo modo de actuar del cura. Según explicaron, el sacerdote trababa una amistad y se convertía en confidente de ellos para luego cometer los abusos.

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