El V Congreso de Líderes de las Religiones Mundiales y Tradicionales finalizó el pasado jueves en el Palacio de la Paz y la Concordia de Astaná, un encuentro en el que las palabras más pronunciadas fueron terrorismo, paz y tolerancia.
De acuerdo con Efe, la última sesión plenaria en la capital de Kazajistán fue abierta por el rey Abdalá II de Jordania, quien se refirió a que “los musulmanes estamos haciendo frente a ataques de gentes fuera de la ley, que utilizan nuestra fe para tratar de justificar horribles crímenes”.
Abdalá aseguró que “nada puede hacer más daño a los musulmanes que las acciones de estos elementos que manipulan en nombre de Dios” y consideró que “es importante que se entienda que se trata de una minoría”, ya que los “musulmanes suman 1.500 millones de hombres y mujeres”.
El secretario general de la OSCE, Lamberto Zannier, resaltó la necesidad de continuar con el diálogo a través de los organismos internacionales.
La sesión “Religión y política: nuevas tendencias y perspectivas”, se celebró antes de la clausura del congreso y fue moderada por el excanciller español Miguel Ángel Moratinos.
El diálogo se desarrolló entre representantes de distintas confesiones como chiíes, suníes, budistas y luteranos.
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