Cornejo: "Tengo más poder que al principio..."

- Un año de gobierno… ¿Cómo está Mendoza?

- Yo creo que está mejor que hace año un atrás cuando la recibí. Por muchos motivos. Está mejor… pero no está bien. El Estado paga sueldos a tiempo, se les pagó a los proveedores “pasados” lo que se les debía y se les paga a los del “presente” en tiempo y en forma, tiene un orden fiscal… ¿Es suficiente? No. ¿Si yo fuera un inversor? La provincia depende de circunstancias nacionales, de condiciones macroeconómicas. Ahora, ¿qué hace el gobierno regional? Bueno, hemos bajado impuestos en la industria, leves, 0,25%, 0,50% por alícuota en los industriales, pero rebaja al fin. Además nos estamos comprometiendo a bajar un poquito más el año que viene, pero en la carga impositiva no es determinante.

- Sí creo que un inversor toma otras cosas en vista y de hecho he recibido empresas que quieren invertir, que están explorando y ven que Mendoza tiene una calidad de vida importante. Tiene todavía un recurso humano bueno.

- Habría que invertir una fortuna en formarlos. Pescarmona tiene razón cuando dice que la mayoría de las personas pobres son “inempleables…”. El “trapito” de 25 años o 30 que está en la Costanera… ¿De qué va a trabajar?

- Es políticamente incorrecto decirlo, pero objetivamente es así. Pescarmona es un dirigente que ya ha hecho muchas cosas… pero yo tengo la obligación de revertir esa situación, por eso nosotros hemos trabajado mucho en la educación y obviamente no se van a ver los resultados de un día para el otro. Hay un estudio de los últimos diez años… Dice que las personas que se involucran con los temas técnicos, pueden ser ingenieros sí y solo si forman ese espíritu entre los 10 y los 14 años. Ahora, ¿Cómo hacemos para que haya más ingenieros? ¿Fomentando la carrera cuando están saliendo los pibes de la secundaria? No, ya no los agarramos. Hay que hacerlo antes. Ese es mi trabajo, y del sistema educativo. De alentar a esos chicos. Con este esquema de trabajo no los vamos a alentar. Tenemos que tratar de que la docencia, de matemáticas, de tecnología, les haga más fácil las cosas para que se enamoren de las tecnologías entre los 10 y los 14 años. Nos pusimos a hacer un registro de esas personas y a investigarlas para adentro.

- ¿Qué aprendió en este año de gobierno?

- Soy feliz en mi vida, no sólo porque hago algo que me gusta. En la mañana me levanto y siento el desafío de que voy a crecer aún más. He llegado a un cargo muy importante, que no hubiese imaginado hace 20 años. Siento que todos los días aprendo cosas, ratifico algunas hipótesis con ejemplos más sólidos…

- ¿Por ejemplo, cuál?

- La necesidad de institucionalizar más los procedimientos en el Estado, para que las personas que estén al frente de las instituciones tengan menos importancia y sean más importantes las instituciones en sí. Pero no ocurre eso. Esa cultura no nos hace bien. Una escuela anda bien si la directora impone liderazgo, si ordena, si se mete de lleno. Ahora, si cambia esa directora… no se garantiza que esa escuela marche igual. Aprendí además que la decisión política no lo es todo. Del dicho al hecho hay un largo trecho, que es más gestión que plata.

- En la encuesta que hicimos de tu primer año nos dimos cuenta que la gente lo ve como un “administrador” de Mendoza. ¿Cuánto se tarda desde que da una instrucción, hasta que se implementa?

- Según los casos, y muchas veces no se resuelven. Te voy a poner un ejemplo muy popular: nosotros creemos que estamos implementando una política nueva de persecución criminal, con Alejandro Gullé al frente de la Procuración General y con una nueva legislación. Pero los fiscales -en general- no siguen al pie de la letra las nuevas leyes. Uno se imagina que los funcionarios están todos los días informándose de los cambios en las leyes, pero no. A una jueza de ejecución penal hubo que explicarle que es obligatorio el ADN a los detenidos y penitenciarios. Pidió tiempo para leer la ley. Hay que buscar incentivos económicos que muevan más el sistema por interés individual que por el liderazgo colectivo. El más conocido es el “ítem aula” que el sindicato quiso mostrar como una herramienta contra los docentes. Pero el 95% lo cobra. Ahora hay que poner incentivos y disuasivos…

- ¿Se trabaja más en el Estado, hay menos protestas?

- Hay que dar incentivos. No soy muy partidario del juego, pero en el aumento salarial del 2016 tuvimos que poner un ítem de “nocturnabilidad” porque la mayoría de los empleados querían trabajar de día, pero los clientes del casino van de noche. En Seguridad hemos reparado 78 motos que teníamos en desuso y hemos comprado más. Pero las motos no funcionaban de noche, por costumbre, cuando un patrullaje en moto es muy eficiente. Hemos comprado 100 móviles y resulta que hay horas del día en que los tenemos “parados” porque no tenemos chofer, porque hay policías que no manejan o no quieren manejar. Entonces tenemos que poner un “ítem” de patrullaje, un chofer que esté al frente del patrullaje. Estamos buscando la forma para aplicarlo de modo que sea un incentivo ser chofer, pero de una patrulla.

- ¿Hacia dónde va la economía de Mendoza? Parece que desde hace 20 años los problemas son los mismos, tenemos una matriz económica chica, no hay una herramienta de financiamiento propia, minería no vamos a hacer…

- Los seis proyectos solares que ganamos implican más generación de energía que Potrerillos y se harán en tres años. Potrerillos se hizo en tres gestiones. Si nosotros cumplimos con esos contratos que firmamos con el gobierno nacional y los cumplimos en los plazos que nos estamos comprometiendo, antes de los tres años nosotros vamos a venderle al sistema enérgico nacional más de lo que produce Potrerillos. La Mendoza del futuro puede ser un polo energético. El turismo puede aumentar mucho más. Hay que romper prejuicios y tenemos que traer jugadores grandes a la montaña, para el desarrollo. No creo que desarrollemos el dique Potrerillos y los alrededores si no le damos a un privado que organice la inversión en el lugar, al estilo Puerto Madero. Yo creo que si nos animamos a eso, si traemos jugadores de Estados Unidos, de Andorra, donde se ha desarrollado la montaña y la nieve… se puede hacer algo.

- ¿Hay una mejor Justicia con las nuevas leyes penales?

- Estamos tratando de mejorar los procedimientos. Los resultados no se van a ver de un día para el otro. Tenemos una nueva política de persecución del crimen pero las instrucciones todavía no llegan a quienes deben llegar. Detienen a una persona con arma, se los lleva la policía y al otro día se los dejan en libertad porque dicen que “el arma era de juguete” o que no estaba cargada…

- ¿Cuál fue la mejor medida este año?

- La reducción de cargos políticos es lo que más me enorgullece. Eran 500 y los dejamos en 200… No es “sexy”, pero yo, me enorgullezco.

- ¿Y el error más grave?

- He sido un poco ingenuo. En Mendoza está muy bien representado el interés sectorial, y está poco representado el interés general. En todos los temas donde hay contradicción entre ambos, en general tenés fanáticos del interés sectorial, pero tenés apenas “simpatizantes” del interés general. Yo deduzco que la mayoría de la gente va a llenar la cancha, verifico que me han entendido… Pero los hinchas del interés general son “pecho frío”. Por ejemplo, en la discusión por la EPTM. Trato de ponerme en el lugar del viejito, que tiene un mal servicio, lo miro desde ahí y veo que se entiende… Pero después resulta que en el debate público es más importante el interés de ATE, y yo quiero que al viejito se le mejore el servicio.

- ¿Quiere la reelección para usted?

- No, yo no muero por la reelección. Creo que hay que reformar la Constitución. Pero que no va a cambiar de un día para el otro a la provincia. La reforma es un pacto de convivencia institucional. Pero si no es para cambiar sustantivamente algunas cuestiones, no le veo necesidad…

-¿Qué es mejor? ¿Reelección o mandato por seis años?

-Yo en general creo que las reelecciones debería ser todas iguales, todos deberían tener las mismas prohibiciones, los mismos alcances, la misma cantidad de reelecciones.

- ¿Qué piensa cuando le dicen que es el “jefe del peronismo”?

- No es cierto. Lo que creo es que el peronismo es un partido al que le resulta difícil estar en la oposición, es un lugar incómodo por su cultura. En este momento, lo que hay es un liderazgo difuso. Yo he creído interpretar que lo más representativo del peronismo son los intendentes y eso es el mejor diagnóstico, pero ellos no son la totalidad del peronismo. Veo dos peronismos, hay un grupo que hace la autocrítica de lo que fue el gobierno de Paco Pérez, y dicen “Que Cornejo gobierne, deje las cosas más ordenadas y después compitamos por el poder en 2019… Entonces apoyemos sin exponernos tanto” y hay otro grupo que no hace ninguna autocritica y dicen que los femicidios, la inflación, la inseguridad… son culpa de Cornejo. Es un discurso que no nos lleva a nada y no busca espacios de consenso.

-¿Piensa en la sucesión?

- No…

- ¿Pero cuántos posibles sucesores hay en el radicalismo o en Cambiemos?

- No lo pienso, porque ya estaría generando un debate que no contribuye en nada. Siento que tengo un poco más de poder que al inicio. Primero, porque tengo más prestigio que hace un año. Y siento un restablecimiento de la autoridad política. No hago una vida normal porque sería un demagogo, pero sí tengo una vida social relativamente normal… Se y me dicen “que no afloje”, por lo cual deduzco que dicen “gobierne, vaya para adelante”. Debe haber muchas cosas en el medio. Piden “resuelva la seguridad” me lo dicen como crítica y como posición, pero no he encontrado a nadie que me falte el respeto. En general la gente me habla bien, incluso para las críticas, algo que no era habitual en los últimos años.

- Tengo unos números: Inflación del 36,5% desde enero; 127 mil empleos menos, 3,7% de achicamiento de la economía, caída de la industria en casi 5 puntos, construcción 13,5% de caída, un millón y medio de nuevos pobres… ¿Qué opina del gobierno de Macri?

- Esos números fríos se descontextualizan de un proceso. En principio toda encomia requiere ajustes y equilibrios y tomar decisiones, yo creo que Kicillof fue un ministro de economía exitoso porque logro pasar al próximo gobierno la explosión que debía ocurrir cuando gobernaba Cristina. El gobierno de Macri trata de administrar esa explosión, con medidas que son más “pro mercado”, pero convive con un alto difícil de gasto público.

- Para la gente ha sido un año adverso…

- Si, ha sido un año adverso, no hacen falta que lo digan esos números. En general, ha sido un año duro, 2015 también lo fue. El gobierno está tratando de ordenar las principales variables y la economía va a sufrir. ¿Podrían haber hecho algo distinto? Esa es la pregunta que genera el debate. El gobierno optó por un esquema gradual, y el ajuste lo está pagando la clase media, las pymes. Todo el gasto social incluso se ha aumentado.

- ¿Qué le dice al mendocino, para el año que viene?

- Los gobernantes tienen que ser realistas, decir las cosas como las ven pero también tienen que transmitir esperanza, porque uno quiere estar mejor, quiere que su administración esté mejor. Yo siento que las cosas que estamos haciendo a nivel provincial son las que hay que hacer y eso va a hacer que mejore la economía. Desde luego que tenemos una altísima dependencia de las variables nacionales de la economía. Peor yo les transmito esperanza a los mendocinos, una esperanza fundada, realista.

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