Copagos “blue”: cada vez más médicos los cobran para no irse de las prepagas

Copagos “blue”: cada vez más médicos los cobran para no irse de las prepagas

Son “bonos extra” que no están contemplados en el acuerdo entre los profesionales y las obras sociales. Aunque son “ilegales” muchos pacientes eligen pagarlos.

“¿Sabés que el doctor ya empezó a cobrar los 1.000 pesos?”, preguntó la secretaria del médico al otro lado de la línea. “Sí, ya me había avisado en la última consulta”, contestó Pedro, de 52 años, al otro lado del teléfono. Hace más de diez años que se atiende con el mismo cardiólogo a través de una prepaga. “Bueno, entonces, ¿estás de acuerdo? ¿Te doy el turno?”, rechequeó la mujer, antes de pasar a las fechas disponibles.

Un mes antes, el cardiólogo le había explicado a Pedro que su prepaga, a pesar de ser una de las más costosas, solo le pagaba $ 800 por consulta. Las opciones, según el médico, eran dos: empezar a atender únicamente de manera particular y cobrar $ 3.000 cada consulta, o pedirle "comprensión" a los pacientes y seguir recibiéndolos a través de la prepaga, pero con un "bono extra" de $ 1.000.

El "copago blue" -ya que no está contemplado en el acuerdo con la prepaga- se trata de una modalidad que muchos médicos especialistas, sobre todo los odontólogos, comienzan a implementar ante lo que evalúan como un “retraso insostenible” de los aranceles.

Los profesionales de la salud entran en incumplimiento del contrato con las prepagas y se exponen a recibir sanciones. Pero argumentan que no hay más opción. Es irse de la cartilla -como están haciendo muchos, tal como reflejó este diario- o buscar otra salida para poder continuar atendiendo.

“Consiguen que los médicos buenos se vayan”

"El ‘copago’ o el ‘bono extra’ era algo habitual en el interior y algunas zonas del Conurbano, donde las obras sociales o las prepagas ofrecen menos prestadores. En la Ciudad de Buenos Aires, en cambio, era poco frecuente y si un médico lo hacía lo desafectaban”, cuenta a este diario un médico clínico que pide salir sin nombre.

El panorama empezó a cambiar ahora. "El médico se anima a pedir copagos en la Ciudad porque, si no, el trabajo es inviable. No te da el número con aranceles de 500 pesos, cuando uno tiene que pagar el alquiler, su propia secretaria y los servicios".

"El sistema es perverso. Muchas de las prepagas intentan que los pacientes no tengan más una cartilla con consultorios, sino que vayan solo a los centros propios, donde pueden tener a médicos que se recibieron hace 15 minutos, mal pagos y a los que les pagan por hora", opina.

En tanto, asegura el profesional, "consiguen que los médicos buenos se vayan o tengan que cobrarte aparte”. En su opinión sería mejor "que se transparente la situación y que haya un sistema de copagos más altos blanqueados".

Odontología: “El sistema fracasó”

“Hay un gris en las prepagas. No admiten estos ‘copagos’, pero hacen la vista gorda. Tal vez la prepaga más importante te baje la caña, pero el resto no porque saben que el arancel en odontología está atrasadísimo y porque el Plan Médico Obligatorio (PMO), como está hoy es incumplible”, dice a Clarín el decano de la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Pablo Rodríguez.

El especialista médico asegura que hoy es “casi imposible” la atención en odontología sin “copagos”, por los elevados costos que tiene la atención odontológica.

“Las prepagas no pueden dejar por escrito que está permitido cobrar un copago porque, en realidad, está prohibido. El PMO es taxativo. El arreglo de caries tiene que estar cubierto, por ejemplo. Pero sí se pueden hacer los bobos. Es como que un intendente diga que para que no te roben, a partir de las 2 AM está permitido pasar el semáforo en rojo. No se puede. Pero sí puede no mandar a controlar", ironiza Rodríguez. 

Los pacientes no están contentos y es entendible, comenta el odontólogo. "El que está del otro lado dice 'todo bien, pero no es mi tema cuánto te paga de arancel la prepaga. ¿Por qué yo tengo que pagar más?' Y así es como hay quejas todo el tiempo”.

La calidad en la atención cambia, puntualiza el médico y ejemplifica con un dolor de muela: “Nosotros queremos longevidad en las reparaciones, desde la carie más sencilla al conducto más complejo. Para eso, hoy existen recursos tecnológicos y de insumos que son imprescindibles".

Los precios de esos insumos importados son "incompatibles con este modelo de salud actual". Entonces, ¿qué se puede hacer ante un dolor de muela? Según Rodríguez, en líneas generales, lo que se llega a cubrir con los aranceles vigentes es solo la extracción de la pieza o "una amalgama que se va a romper en cinco años". 

“Ya no nos inmolamos por un parto”

Un obstetra cobra entre $ 25.000 y $ 30.000 por parto dentro las 10 prepagas “top”, informó a Clarín una fuente de la Unión Argentina de Salud (UAS). Unos $ 12.000 en las coberturas más económicas. La conclusión es la misma. “No te alcanza para nada y eso hace que cada vez seamos más los que preferimos no tomar partos ni cesáreas”, cuenta una obstetra de Provincia.

“De esos $ 30.000, hay que calcular que la mitad se te va a ir en impuestos como responsable inscripto. Si es una cesárea, tenés que pagarle por lo menos $ 6.000 al ayudante y $ 2.000 a un instrumentador. Además, algunas de esas prepagas te pagan a cuatro meses”, detalla.

Y suma que el médico también tiene que considerar el riesgo en su trabajo: “Tenés dos vidas en juego y pensá que si tenés un problema en tu actividad laboral, te hacen una demanda por un palo. Un parto no debería pagarse menos de $ 70.000”.

La perspectiva de los afiliados

“Estos ‘copagos virtuales’ son totalmente ilegales”, asegura Osvaldo Riopedre, abogado de la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua) y explica que si el paciente “hace una denuncia a la prepaga, el médico es echado de la cartilla, como ya ha pasado”.

Y sigue: “Ahora, si vos tenés mucha confianza en tu médico y sabés que efectivamente cobra una miseria por atención y le querés pagar, lo podés hacer. No tiene ningún sustento legal. No te va a dar ningún recibo por ese extra. ¿Qué sería? ¿Una donación? No está tipificado en ningún acuerdo esto. Porque cuando el afiliado firmó su contrato con la prepaga le dijeron que iba a tener atención sin tener que pagar nada extra”.

Claudia Collado, presidenta de Acción del Consumidor (Adelco), pidió diferenciar de ese copago legal de aquel extra que pueda solicitar un médico: “Vas al médico, le pagás $ 100 de copago como dice tu plan y el médico te dice 'no me alcanza, voy a cobrar $ 500 más'. Si vos aceptás, eso se sale del contrato que tanto el médico como vos tienen con la prepaga. Es pagarle de forma particular, fuera del contrato con la medicina prepaga, un monto extra. Vos estás haciendo un contrato aparte con el médico”.

Las prepagas y obras sociales ofrecen distintos planes de cobertura diferenciados por metales, como "oro" o "plata", o por números, como el "310" o "410". A medida que sube la cuota, el contrato contempla más prestaciones, más allá de los básicos del PMO. Por ejemplo, un plan elevado puede incluir cirugías plásticas. En los más baratos, se suele incluir el copago.

Pero ese importe a cargo del paciente no está permitido para todas las prestaciones. Debe estar establecido en el plan de la prepaga y la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) establece los montos máximos en cada caso. Por ejemplo, para abril de 2022 el monto máximo de copago en odontología es de $ 485, de un médico clínico o un ginecólogo de $ 388 y de un “médico especialista, $ 727. En los programas de HIV, oncología, discapacidad y el plan materno infantil están “exentos”.

“El médico no está infringiendo la ley porque, por definición, un contrato es un acuerdo de dos o más partes. Un contrato es con la prepaga. Si el médico me pide un monto más por consulta, estoy haciendo un contrato aparte con ese médico. Jurídicamente, vos estás pagándole dos veces al médico, una de ellas como si fueras un cliente particular”, detalló.

Ahora bien, como paciente afiliado a una prepaga que ya concurrió a un turno programado, si el médico exige el pago de un copago o, caso contrario, se niega a atender, “se hace la denuncia a la prepaga”. “El tema es que eso no suele suceder. Porque la mayoría crea un vínculo de confianza con sus pacientes y saben quiénes pueden pagar un copago. También, muchísimos se tiran a ver si aceptás y, si no, te atienden igual”, cuenta Collado.

Fuentes cercanas al Ministerio de Salud de la Nación coincidieron en que este tipo de falso copago "no es un delito", aunque sí puede derivar en una demanda civil por parte de la prepaga por incumplimiento contractual. El afiliado puede alertar tanto a la prepaga como a la SSS sobre este tipo de cobros.

El problema de no aceptar estas modalidades será volver a conseguir turno. Según distintos médicos consultados por este diario, los consultorios independientes suelen establecer un cupo máximo de atenciones a través de prepagas en relación a la cantidad pautada para turnos de atención particular. De esta misma manera pueden elegir atender a los frecuentes.

Sergio Mohadeb, abogado y creador de Derecho en Zapatillas, señaló a Clarín que la prepaga debería garantizar el acceso de los pacientes. “La Ley de Entidades de Medicina Prepaga dice que tanto prepagas como obras sociales tienen que tener prestadores en calidad suficiente y con una razonable cercanía al domicilio. Porque a veces pasa que te mandan a un centro médico que está muy lejano y para ciertos pacientes es un inconveniente”.

"Está mal"

Consultados por la cantidad de médicos que están dejando las prepagas, desde la UAS reconocieron que genera “preocupación”, aunque aclararon que no es un fenómeno “masivo” y aseguraron que los "copagos blue" por diferencias con los aranceles pautados “están mal”.

“Si vos tenés un contrato con una cobertura médica y no te sirve, discontinualo. Y tratá de tener un consultorio privado, como fue siempre, antes de la medicina por obras sociales y prepagas. Pero aprovechar a la gente que viene por esas coberturas y cobrarles un copago está mal. No está bien aprovecharse”, afirmó un directivo de la UAS en diálogo con Clarín.

Riopedre, de Adecua, remarcó que “el problema hoy no es lo que cobra el médico por debajo, sino por qué lo está haciendo. La mayoría de los médicos no tienen una agrupación fuerte para defender sus honorarios, como sí hacen los anestesiólogos, y quedan a merced de lo que la prepaga les quiera aumentar. Cobran menos que un trabajador doméstico y, en algunos casos, no pueden cubrir los costos”.

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