Se tenían que alinear demasiado los planetas para que el escribano José Gabriel Erreca fuera como precandidato a intendente en este 2015. Primero porque el actual Ejecutivo goza en todas las encuestas realizadas de una aceptación que, salvo una catástrofe, lo llevaría una vez más al triunfo en octubre, y luego porque la oposición está atomizada, tanto en el radicalismo como en el macrismo.

Con ese panorama, lo hemos dicho varias veces en estas páginas, Erreca no iba a gastar la última bala que le queda para intentar volver al sillón de la Belgrano, posiblemente la guarde para el 2019, o quizás no la utilice nunca más.

Pero hay un riesgo muy grande, y es el de, si no va, no quedar como el líder de la oposición por los próximos cuatro años, poder que podría quedar en manos de quien gane la PASO UCR-Pro, que hoy tiene al menos 6 espacios, cada uno con su precandidato. Entonces el escribano comenzó a orejear quién podría ser su representante en estas elecciones.

Como hizo Erreca en 2011, posteriormente en 2013 y también el año pasado en las elecciones de comité, equivocado o no, siempre apostó a la gente que le daba confianza. Así como llevó a Elías Chorén como candidato a la presidencia del comité, tenía la disyuntiva de que en estas PASO, de no haber un acuerdo con otras líneas, su representante debía salir de dos nombres: el consejero escolar Walter Suárez o la concejal Emilia Palomino, ambos con mandato hasta 2017 en sus cargos. Y por estas horas habría elegido a la trabajadora social sobre el profe de educación física.

Palomino le reconoció a LA MAÑANA que recibió la propuesta del errequismo para ser quien represente a ese espacio en las próximas PASO para medirse con Ricardo Criado y Adalberto Sardiña, los otros hombres del radicalismo ya lanzados. Admitió que ya lo conversó con su familia, que habría acordado con ellos y que sólo faltarían detalles para que su precandidatura se termine de confirmar en los próximos días.

También reconoció que se sigue conversando con los otros sectores internos en la búsqueda de consensos para achicar la cantidad de precandidatos que lleguen a la PASO; pero a la altura de las circunstancias que nos encontramos y con el panorama como se viene dando, parece casi imposible que se llegue a un acuerdo, al menos es lo que se deja ver por estos días.

La carrera política de Palomino comenzó como trabajadora social durante el gobierno de Juan Carlos Simón, siguió y se intensificó en los dos años que estuvo al frente José Gabriel Erreca hasta 2011 y se truncó con la llegada de Bali Bucca al gobierno. En 2013 Erreca la llevó en el lugar de la mujer en su lista de concejales y la depositó en el recinto del primer piso de Belgrano 11. La participación de Emilia en los debates, sus cuestionamientos al gobierno municipal actual y su conocimiento de los barrios por su labor profesional la han llevado a que el grupo la pondere al punto de ponerla por sobre todos integrantes de mayor historia y participación ante esta precandidatura.

Emilia Palomino sería la carta de Erreca para competir en las PASO de la oposición y así poder mantener el poder que aún ostenta dentro del radicalismo como el principal hombre en la vereda de enfrente a Bali Bucca. Falta la definición, que demorará unos días, y luego saber si el líder puede transferir su caudal de votos a la persona que indique como la que lo va a representar.