La comunidad formoseña despidió al padre Sergio Castro

La comunidad formoseña despidió al padre Sergio Castro

La misa de exequias fue celebrada en la catedral formoseña por el obispo, monseñor Conejero, quien expresó: "Es inútil que hagamos cavilaciones con la mente sobre un misterio tan grande".

 

Tras el repentino fallecimiento del presbítero Sergio Castro, de 35 años, a causa de un accidente vial, la comunidad formoseña rezó por su eterno descanso. El padre Castro fue velado en la parroquia San Francisco de Asís, y la misa de exequias fue celebrada en la catedral por el obispo de Formosa, monseñor José Vicente Conejero, y concelebrada por varios sacerdotes de la diócesis. 

En sus palabras iniciales, el obispo expresó: “El misterio de la vida, el misterio de la muerte y el de la vida eterna solo se esclarecen a la luz del Verbo Encarnado, de Jesucristo el Señor. Es inútil que hagamos cavilaciones con la mente, tratando de interpretar y dar sentido a un misterio tan grande”.

Así, mencionó a Jesús sufriente en el Huerto de los Olivos, cuando pidió a Dios evitarle el calvario y la cruz para después aceptarlos, y explicó que el ejemplo que Cristo dio es el de aceptar la voluntad del Padre: “A veces de manera inexplicable, como en el fallecimiento del padre Sergio”.

Luego relató el momento en el que debió comunicar a la familia del sacerdote lo ocurrido: “Cuando ayer por la tarde me acercaba a la casa de Lidia, mamá de Sergio, ella estaba tranquila mirando la televisión. Sentí y pude experimentar a María de pie junto a la Cruz, porque estuve acompañándola durante mucho tiempo. Me venía a la mente el grito de Jesús: ‘Dios mío, ¿por qué me has abandonado?’, porque era el dolor y el sufrimiento de una madre por su hijo joven, como el sufrimiento de María junto a Jesús crucificado”. 

Monseñor Conejero se mostró agradecido por haber podido compartir hacía apenas seis días una tarea pastoral y misionera con el padre Castro: “El Señor me concedió la gracia de ir el 12 de este mes a Estanislao del Campo, donde a la tarde celebramos la Eucaristía con mucha alegría. La concelebramos con Sergio”, manifestó.

El obispo reveló que el fervor misionero del joven sacerdote fallecido era tan profundo que estaba en tratativas para ir a misionar a la Amazonia.

 

Y concluyó: “Estamos celebrando la Eucaristía para que Sergio descanse en paz y que lo que no pudo realizar como misionero aquí, anime a otros jóvenes y no tan jóvenes a llevar el mensaje de Jesús hasta los confines de la Tierra”. 

Concluida la misa, el féretro fue despedido con aplausos de los fieles, mientras los sacerdotes abrazaban a la familia de Sergio, presentes en el templo.

Vida y vocación de Sergio Castro

En sus nueve años de sacerdocio y antes de consagrarse, Sergio Castro no dudó en alzar la voz por las causas que consideró justas. Nacido en el barrio 2 de Abril de la ciudad de Formosa, inició su vida de fe en la capilla Nuestra Señora de La Paz, del barrio La Paz, perteneciente a la parroquia San Francisco de Asís. Allí hizo su confirmación. 

En un diálogo con La Mañana sobre su vocación, Castro había expresado: “Gracias a la catequista de confirmación descubrí que la fe es algo vivo, no algo del pasado. Nos hablaba de Jesús con tanta convicción, que me comenzó a gustar ir”. 

Como religioso, la misión fue su forma de vida, organizando desde antes de su consagración la Mega Misión, una actividad realizada mayormente por jóvenes de la diócesis. Su último destino fue la parroquia San Roque de Estanislao del Campo.

Fue director diocesano de las Obras Misionales Pontificias, y desde allí impulsó la tarea de los laicos para animarlos a ejercer la misión de bautizados en donde se encuentren. Desde el organismo, expresaron la tristeza y el dolor por su muerte. +

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